La Guardia Civil ha localizado e investigado a un varón de 38 años, natural de Senegal y vecino de Navarra, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria.

El investigado, que circulaba por la carretera N-232 (Vinaròs–Santander) a su paso por La Rioja, realizó una maniobra de adelantamiento antirreglamentaria que puso en grave riesgo tanto su integridad como la del resto de los usuarios de la vía.

La actuación ha sido posible gracias a la monitorización periódica de redes sociales (ciberpatrullaje) que llevan a cabo los agentes del GIAT, con el fin de detectar y perseguir infracciones contra la seguridad vial cometidas o difundidas a través de internet.

En el transcurso de esta labor, los agentes detectaron un vídeo publicado en TikTok en el que se observaba claramente cómo, a la altura del punto kilométrico 352,900 de la N-232 -una carretera convencional de doble sentido con un único carril por dirección-, un camión efectuaba un adelantamiento invadiendo el carril contrario y desobedeciendo la señalización vertical y horizontal que prohíbe expresamente dicha maniobra. En ese momento, por el sentido contrario circulaban dos vehículos articulados que se vieron obligados a apartarse y utilizar el arcén para evitar una colisión frontal.

Análisis de las imágenes

El análisis de las imágenes y de los datos recabados permitió a los agentes identificar y localizar el vehículo infractor y a su conductor, procediendo a la instrucción de las correspondientes diligencias y a su puesta a disposición de la Autoridad Judicial y de la Fiscalía de Seguridad Vial.

La conducción temeraria es una de las actitudes más arriesgadas al volante, ya que compromete seriamente la integridad física del propio conductor y de quienes transitan por la vía. Este tipo de comportamiento aumenta de forma notable el riesgo de sufrir accidentes de tráfico que pueden derivar en lesiones graves o incluso en pérdidas humanas.

Cabe recordar que, conforme al artículo 380 del Código Penal, este tipo de conductas pueden ser castigadas con penas de prisión que van de seis meses a dos años, así como con la retirada del permiso de conducción de vehículos a motor y ciclomotores por un periodo superior a un año y de hasta seis años.

La investigación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), perteneciente al Sector de Tráfico de la Guardia Civil en La Rioja.