La pareja de la fallecida en la cárcel de Pamplona: "Apoyar a una presa debería ser un trabajo de los funcionarios"
Ha críticado que no se haya atendido la petición de Margarita de no dormir con su supuesta asesina
La pareja sentimental de la presa supuestamente estrangulada en la cárcel de Pamplona a manos de otra interna criticó ayer en el juicio que el trabajo de apoyo a presos o presas con riesgo de suicidio deberían “hacerlo los funcionarios” y no otros reclusos, como era el caso de su novia, Margarita Munilla. “Ella pidió dejar de hacerlo y no le hicieron caso”.
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El testigo, que explicó que acumulaban una relación de casi dos años, indicó que la fallecida llevaba 9 meses ingresada en prisión cuando se produjo su muerte y “tenía que cumplir un año de condena”. Al respecto, señaló que su pareja “tenía arresto domiciliario. Falló dos veces y le hicieron entrar en prisión”. Una vez que la mujer entró en la cárcel de Pamplona, “nos veíamos todos los domingos. Eran visitas por cristal de 45 minutos. No teníamos vis a vis, no los autorizaban”.
Recordó que a comienzos de noviembre de 2021 “le pusieron de interna de apoyo y me dijo que la amenazaba, que le robaba, estaba con ansiedad, y dijo a los funcionarios que la sacaran de la celda, pero no se le hizo caso. Por eso entregó la instancia formal”.
Vida en la calle
El testigo manifestó que comenzó la relación con la fallecida después de divorciarse de su mujer. “Al principio tenía una habitación en una vivienda y después estuvimos viviendo en una camioneta varios meses. Decidimos vender la camioneta y nos quedamos en la calle bastante tiempo. Hasta que encontré trabajo, lo estuvimos pasando realmente mal. Alquilamos una habitación sin calefacción hasta que alquilamos una habitación en condiciones, y luego alquilamos una vivienda”.
"Soy inocente, mi conciencia la tengo tranquila"
El hombre, que aseguró que “teníamos pensado un proyecto de vida en común, que ella tuviera la custodia de su hija”, entonces y ahora a cargo de su abuela materna, declaró que su pareja le contó que la acusada “no se relacionaba con nadie, que discutía mucho y que le daba a la ansiedad. El trabajo de preso de apoyo es el que tienen que hacer los funcionarios. El apoyo a un suicidio es un trabajo que no debería hacer un preso”.