Al menos 40 personas resultaron heridas, la mayor parte agentes de las fuerzas del orden, en la noche del miércoles al jueves, la sexta consecutiva de disturbios en Córcega en reacción por la agresión en prisión de un islamista contra el terrorista independentista corso más conocido, que está en coma.

La prefectura del departamento de Córcega del Norte condenó la violencia e hizo un llamamiento a la calma porque "la agresión sistemática de las fuerzas del orden no hará avanzar ninguna reivindicación", según dijo en un comunicado actualizado este jueves.

La delegación del Gobierno indicó que 23 policías resultaron heridos en los enfrentamientos con manifestantes que se produjeron en los alrededores de la Prefectura de Bastia, la capital del departamento.

Los agentes recibieron cócteles molotov, a los que se añadieron las llamadas "bombas agrícolas" (artefactos caseros con fertilizantes), bolas de hierro y otros objetos utilizados como proyectiles.

También resultó herido allí -según la misma fuente- un fotógrafo del periódico Corse Matin y un manifestante recibió en los miembros inferiores el impacto de una pelota de goma lanzada por los antidisturbios.

En Calvi, una cuarentena de personas concentradas cerca de la Subprefectura lanzaron cócteles molotov y rompieron varios cristales con piedras.

En paralelo, hubo otros altercados en Ajaccio, la capital del otro departamento de la isla, Córcega del Sur, donde se contabilizaron 14 heridos, incluido un periodista del canal TF1, que según la Prefectura en otro comunicado recibió un impacto en la pierna.

El Palacio de Justicia de Ajaccio fue objeto de una intrusión y algunos alborotadores provocaron incendios, que dejaron huella en la fachada.

La delegación del Gobierno de Córcega del Sur insistió en que la violencia contra las fuerzas del orden no constituye una respuesta "al drama que afectó a Yvan Colonna y a sus allegados". Reclamó también calma y diálogo "para evitar cualquier nueva víctima".

En el origen de todo esto está la agresión que sufrió el pasado día 2 en la prisión de Arles (sureste de Francia) Yvan Colonna, independentista corso que cumple una pena de cadena perpetua por haber asesinado en febrero de 1998 al prefecto Claude Erignac, máximo representante del Estado francés en la isla.

Colonna, que fue atacado por Franck Elong Abé, otro preso condenado por terrorismo islámico que le reprocha haber insultado a Dios, se encuentra desde entonces hospitalizado entre la vida y la muerte.

El Gobierno francés trató de responder a las protestas anunciando este martes que deja de catalogar a Colonna como Detenido Particularmente Vigilado (DPS en sus siglas en francés).

Eso debería permitirle ser trasladado a una prisión en Córcega, como reclamaba él mismo y su familia, pero algunos movimientos nacionalistas han calificado ese cambio de estatuto penitenciario de provocación, cuando Colonna está postrado en el hospital, con muchas dudas sobre si sobrevivirá y en qué condiciones.