El Gobierno francés ha impuesto la vuelta obligatoria al trabajo de tres empleados en la refinería de TotalEnergies de Dunkerque (norte de Francia) para paliar la falta de combustible en las gasolineras y espera volver a la normalidad de suministro en una semana.

Según informaron fuentes de la jefatura del Gobierno francés, esta controvertida decisión, que ha provocado la convocatoria de una movilización sindical el próximo martes 18 que podría paralizar algunos sectores del país, se adoptó debido a "una situación extrema".

"Se trata de tres empleados con unas habilitaciones específicas, se trata de la única vuelta al trabajo forzada en curso", anotaron las fuentes, quienes aseguraron que esa medida ha sido respaldada por los tribunales.

"La situación había degenerado mucho, con grandes filas, riesgos de accidentes", resumió Matignon, el palacio parisino que alberga la jefatura del Gobierno francés, liderado por Élisabeth Borne.

El Ejecutivo recordó que esta semana también tuvo que recurrir a la movilización forzada de empleados en la refinería de Donges, cerca de Nantes.

Huelgas

Actualmente, las huelgas liderada por el sindicato CGT implican a tres refinerías de siete y a cinco almacenes de 200.

Aunque el abastecimiento de carburante sigue en tensión -al menos un quinto de las gasolineras siguen sin carburante-, TotalEnergies dio un paso para normalizar el suministro al llegar a un acuerdo salarial este viernes con dos sindicatos, entre los que no figura, sin embargo, la CGT.

El acuerdo prevé un aumento salarial general del 5% para los obreros y técnicos, con un mínimo de 2.000 euros al mes para las remuneraciones más bajas, y un incremento de un 3,5% para los empleados con estatuto superior, que tendrán un alza mínima de 2.000 euros.

La CGT, no obstante, exige un incremento salarial del 10%: un 7% para compensar el efecto de la inflación y un 3% adicional para la redistribución de los beneficios.

TotalEnergies disparó sus beneficios en el primer semestre de 2022 hasta los 10.600 millones de dólares, gracias al aumento del precio del petróleo y del gas por la invasión rusa de Ucrania y las sanciones occidentales a Moscú.

Para el Ejecutivo del presidente, Emmanuel Macron, cada vez es más urgente salir de esta crisis, que ha llegado a dejar sin abastecimiento de carburante en torno al 30% de las gasolineras del país y obliga en muchos casos a los conductores a hacer largas colas para repostar.

La CGT, con otros sindicatos, tiene intención de extender la protesta para reclamar aumentos de salarios con una convocatoria de huelga en todos los sectores de la economía francesa, incluidas las administraciones públicas, el próximo martes 18 con posibilidad de que se prolongue a los días siguientes.

Antes de eso, La Francia Insumisa, principal partido de la oposición de izquierdas, organiza el domingo una manifestación nacional en París para exigir medidas al Gobierno contra la pérdida de poder adquisitivo por la inflación.