Síguenos en redes sociales:

Vaya bolongo

Faros

FarosJosu Chavarri Erralde

Unos 30.000 mayores de 64 años viven solos en Navarra. Los cambios sociales, laborales y de modelos familiares están empujando a muchos a envejecer en soledad. En consecuencia, es cada vez más habitual que sea necesario auxiliar a una desaparecida que no regresa a su domicilio, a otra persona desorientada en un autobús urbano, a un casi centenario que deambula en pijama y totalmente perdido y a una señora de 84 años tras varias horas caída en el interior de su domicilio. Todo ello sucedía esta misma semana en distintos barrios de Pamplona. Solos, con enfermedades neurodegenerativas en mayor o menor grado, nuestros mayores caminan entre constantes peligros que, sin duda, la empatía ayuda a evitar. En ello anda un grupo de estudiantes de Arquitectura y su propuesta de activar una red comunitaria de solidaridad nacida en los tiempos de la pandemia. Aquellos esfuerzos y voluntades de velar unos de otros y, sobre todo, de los ancianos que nos rodean no pueden olvidarse. La idea se ha empezado a ensayar en varias calles del Casco Viejo, se trata de enlazar a quienes precisan ayuda con aquellos que la quieren ofrecer por medio de unos dispositivos sonoros y visuales colocados en balcones y fachadas. Una especie de pequeños faros que conecten necesidades y apoyos entre vecinos.