Gracias al éxito de acogida del proyecto, al que se sumaron más de ciento treinta personas, María Reig logró su meta, la publicación de esta novela, así como la financiación de sus primeros pasos como escritora. Ahora, con más de cincuenta mil ejemplares vendidos de su ópera prima, regresa dispuesta a repetir éxito con Una promesa de juventud.

¿Quién es María Reig?

Una apasionada de la historia y de la escritura capaz de pasar horas imaginando, alejada de la realidad. Y cuando regreso a ella me encanta pasar tiempo con mis seres queridos, viajar, caminar, escuchar música... Soy perfeccionista, cabezota, insegura a ratos y amante de una buena carcajada.

Se licenció en Periodismo y al poco tiempo publicó Papel y tinta

No es tanto que el periodismo no sea lo mío, porque me parece una profesión fascinante, pero es cierto que siempre me he sentido más cómoda en la literatura, y sobre todo en el pasado. Es lo que más me gusta. Ojalá mi camino siempre esté ahí.

En febrero de 2018 puso en marcha una campaña de crowdfunding

En muchos. Tenía muchísima ilusión y ganas de trabajar para conseguirlo, pero cuando lancé la campaña era consciente de que apenas conocía a gente y de que era complicado que una persona optara por aportar dinero a mi proyecto. Las semanas previas a activarla estaba nerviosa, expectante, y por momentos poco convencida de que fuera a funcionar, pero la respuesta alucinante de los más de ciento treinta mecenas que se sumaron a lo largo de los cuarenta días que duró la recaudación fue una gran lección de generosidad y una dosis de motivación gigante para seguir peleando por este sueño.

¿De dónde surgió la idea de escribir Una promesa de juventud

Tenía una imagen en mente desde hacía bastantes años: los internados rodeados de naturaleza. Cuando estaba terminando el primer manuscrito de Papel y tinta comencé a plantearme qué quería escribir después. Un día rescaté esta idea y la conecté con los grandes colegios suizos. En ese momento empecé a interesarme por la historia de la Confederación Helvética, empecé a retroceder en el tiempo, me detuve en la Segunda Guerra Mundial y me pregunté: ¿Cómo se vivió el conflicto allí, un país neutral pero cada vez más rodeado, en el epicentro de la contienda? Confirmé que los internados internacionales suizos ya existían en ese momento y comencé a encajar piezas. La combinación me pareció muy interesante y me lancé a investigar.

¿Está basada en una historia real o es todo ficticio?

Una promesa de juventud es una historia de ficción. Sin embargo, me gusta mucho documentarme para mis novelas y tratar de recrear, con precisión, el marco en el que decido situarlas. Trato de quedarme con la sensación final de que si bien no ha pasado, podría haber ocurrido.

¿Cómo se documentó?

La primera fase de trabajo fue solo esa, la documentación, aunque continuó durante la etapa de escritura. A lo largo de la investigación contacté con algunos de los colegios internacionales suizos que estaban en funcionamiento a finales de la década de 1930. También leí libros y artículos sobre la situación en Suiza durante la Segunda Guerra Mundial. Establecí contacto con personas suizas o residentes en la Confederación, visioné muchas fotografías y algunas filmaciones que se conservan de esa época, concretamente de la zona de Zúrich y el lago, y por último me desplacé hasta allí para visitar muchas de las localizaciones de la novela y para terminar de confirmar datos de documentación sobre la historia de Suiza.

¿Con qué personaje de su novela se quedaría?

Qué difícil es escoger solo uno sin que se enteren los demás€ Elegiría a Anabelle Travert, una mujer de principios que lucha cada día al despertarse sabiendo que no será fácil. Me ha gustado mucho crearla y acompañarla en todas sus escenas y reflexiones.

Los internados que aparecen son ficticios, y sin embargo sí recogen el espíritu y el ambiente de los colegios internacionales que hubo en Suiza a finales de los años 30. ¿Cómo ha recreado esa atmósfera?

Como decía, durante el proceso de documentación contacté con varios internados que estaban en funcionamiento en ese momento en Suiza. Dos de ellos en concreto me proporcionaron información útil para hacerme a la idea del ambiente, las asignaturas y, en definitiva, la idiosincrasia de este tipo de instituciones.

Cuenta en su novela que esos lugares reunían a jóvenes llegados de todo el mundo. Todos serían hijos de familias pudientes, ¿es así?

Sí, en un porcentaje muy elevado el alumnado de estos internados era, y sigue siendo, descendiente de grandes fortunas o de familias vinculadas a la política y la realeza. Ese es otro de los rasgos que se incluye en los colegios ficticios de la novela, aunque el lector también encontrará la perspectiva de otras clases sociales en las páginas.

¿Le llevó mucho tiempo terminarla?

Empecé a trabajar en la documentación a mediados de 2017. Aunque lo he alternado con las últimas fases de Papel y tinta y su lanzamiento, ese fue el punto inicial. Terminé las últimas revisiones en junio de 2020, así que salen un total de tres años, con momentos de mayor y menor focalización en la novela.

¿Qué parte ha sido la más complicada de escribir?

El juego con la figura del narrador. He querido retarme a mí misma, probar algo distinto y ha sido el mayor desafío de la novela.

¿Está recibiendo comentarios?

Sí, ya hay personas que la han terminado y estoy muy contenta. Me hace una ilusión especial descubrir que alguien que leyó Papel y tinta ha decidido darme una nueva oportunidad y también ha disfrutado. Aunque también me encanta cuando alguien me cuenta que me ha descubierto con esta novela y que quiere leer la anterior.

¿Cómo se organiza para escribir?

Intento no ser muy maniática, pero trato de ser organizada en lo que respecta al almacenamiento de información cuando me documento. Es algo que voy matizando con cada nuevo proyecto. En cuestión de horarios soy una persona muy de mañanas, el momento del día en el que soy más productiva. Pero en todo caso intento no forzar la maquinaria. Es decir, si un día no estoy muy inspirada para escribir, me dedico a tareas más mecánicas como releer, corregir, revisar apuntes, etc.

¿Qué le hace abandonar una novela?

Me ocurría antes, cuando era adolescente, porque no tenía un trabajo previo de preparación. Me sentaba y escribía lo que se me ocurría. Eso hacía que, en muchos casos, no tuviera ideas de cómo seguir. Ahora mismo solo me haría abandonar una novela haber cometido un error de investigación o planteamiento en el inicio y darme cuenta de que las bases de la historia no tienen sentido, aunque creo que, en ese caso, la replantearía. Probablemente haya más motivos, pero no quiero ni pensarlos. Ojalá no me pase.

¿La pandemia que estamos viviendo ha cambiado en algo su vida/trabajo como escritora?

Sobre todo ha afectado a la posibilidad de compartir, de forma directa y en persona, con los lectores, los libreros, el equipo de la editorial, los periodistas€ Es lo que más estoy notando ahora y lo echo de menos. En las etapas de escritura o documentación, al ser un trabajo solitario que desempeño desde casa, no varía. Y, la verdad, lo he agradecido mucho en el confinamiento.

¿Qué consejos daría a los escritores noveles que quieren publicar sus novelas?

Aunque yo estoy empezando y mis consejos son de principiante, recomendaría trabajar duro en el manuscrito y llegar a la mejor versión. Y después, transformar la creatividad aplicada en la novela para buscar fórmulas de diferenciarse. Internet cada vez tiene más herramientas y seguro que hay mil formas por inventar con las que contar al mundo que tienes una buena historia entre manos.

¿Qué géneros planea explorar en el futuro?

En el futuro próximo no tengo la idea de escribir otros géneros, porque me gusta demasiado la historia. Es cierto que decir nunca sería demasiado categórico, pero no está en mis planes, al menos no por lo pronto.

PERSONAL

Edad: 27 años.

Lugar de nacimiento: Barcelona.

Estado civil: Soltera y emparejada.

Formación: Reig estudió la carrera de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Dirección de Comunicación Corporativa en EAE Business School.

Carrera profesional: En 2018 desarrolló una campaña de crowdfunding para recaudar fondos para la promoción de su primera novela, Papel y tinta. Gracias al éxito de acogida del proyecto logró su meta. Ahora, con más de cincuenta mil ejemplares vendidos de su ópera prima, publica Una promesa de juventud.

Web: www.mariareig.es

EN CORTO

Una virtud: "La constancia".

Un defecto: "La inseguridad".

Un vicio: "Ponerme excusas mentales".

Una afición: "Viajar".

Que valora de la gente: "La bondad".

Un libro: "Orgullo y prejuicio, de Jane Austen".

Una película: "Across the universe, de Julie Taymor".

Una comida: "La paella".

Una bebida: "La cerveza".

Un lugar para vivir: "Uno que esté cerca de los míos".