Es ya una de las señales inequívocas de que la Navidad está aquí. El villancico es una de esas cosas que acabas viendo aunque no quieras porque siempre hay alguien que te lo reenvía por WhatsApp. Y lo ha estrenado este lunes y, como siempre, inmediatamente se ha convertido en trending topic, aunque claramente con más críticas que elogios.

Con letras simples, picantes y rimas previsibles y con una factura audiovisual que te causa una mezcla de pena, vergüenza ajena e incredulidad, la catalana, de 55 años, acumula unos cuantos éxitos Mr. Policeman, La salchipapa, Toma pepinazo, El polvorrón, 18 centímetros, papi, La bananakiki, El polvorrón y Trínchame el pavo. A todos ellos, que cuentan con un evidente hilo conductor, se suma desde este lunes ¡Mi vida es mía! (La Mari). Que de villancico no tiene nada, pero entre operación y operación, Leticia Sabater tiene tiempo para sacar una canción.

En este caso la letra, reggaetonera una vez más, es tan intensa y profunda como siempre, con alegatos al alcohol y a las drogas: "Si mezclo la mari con cerveza, se acabó una fiesta y otra empieza", afirma en dos grandes versos, mejorados con "no te interesa si yo en mi casa formo una orgía, aquí nadie duerme porque en mi cuarto hay algarabía", para acabar con un trabajado estribillo totalmente futbolero que dice "lololololololo".

Y en cuanto al vídeo, ella aparece volando casi totalmente desnuda tirando de bodypainting, con los músculos pintados, besando a una serpiente y con guiños a El juego del calamar, demostrando que está al día de la actualidad.