CANADÁ. Liliane Synotte Deschênes, una jubilada canadiense, jugó a la lotería de su país y ganó varios millones de dólares pero no creyó que su boleto estuviese premiado y asoció la cantidad de ceros que vio en la máquina a que el dispositivo debía estar roto. Liliane y su marido compraron la semana pasada un boleto para la Lotto Max, un sorteo similar al de la lotería Primitiva en España. El sábado fueron a un quiosco de su ciudad, Longueuil, en el este de Canadá, y pusieron el boleto en una máquina de autoservicio para comprobar si habían ganado algo.

Liliane explicó al Montreal Gazette que vieron aparecer una cantidad en la pantalla, por lo que pensaron que habían ganado 32.000 dólares. Sin embargo, no se lo creyó y entonces pidió a su marido que volviera a colocar el boleto en el visor: "Entonces mi marido dijo: ¡Ganaste 32 millones de dólares! Y yo le respondí que, claramente, la máquina estaba rota". La máquina no estaba rota: Deschênes y su marido se acababan de convertir en millonarios: habían ganado 32 millones de dólares canadienses, unos 22 millones de euros al cambio.