- El ingeniero británico Allan Pyne terminó de construir un ferrocarril hacia su casa en Dawlish (Reino Unido) 18 años después de comenzar las obras. De alguna manera, la cuarentena le dio más tiempo libre para culminar su trabajo, informa The Sun. “Es mi propia escalera al cielo. Lo que más me satisface es que el 95% de las obras las hice yo mismo”, afirmó. La idea de Pyne es evitar subir a pie a la casa junto a su esposa cuando sean ancianos. El inmueble se encuentra en la ladera de una colina y el recorrido del tren es de 33 metros de distancia. El ascenso a la casa se hace en un vagón izado desde la calle hasta la vivienda por medio de un cabrestante durante siete minutos. Allan necesitó excavar 150 toneladas de tierra a mano y construir muros de contención para que su proyecto fuera realidad. Para esto gastó 15.000 libras esterlinas (casi 19.000 dólares). No obstante, agentes inmobiliarios afirman que el trabajo realizado por Allan agregó unas 30.000 libras esterlinas (casi 38.000 dólares) al precio de la casa. Allan Pyne, que trabaja justamente en una empresa ferroviaria, afirma que “su pequeño ferrocarril permitirá a su familia no abandonar nunca su casa, que tiene unas vistas espectaculares al mar, la ciudad y campos”.