Un hombre japonés, cuya afición es conservar en su casa esqueletos de animales a modo de museo, consiguió hacerse viral en Twitter por las curiosas fotografías de un pollo asado antes y después de ser comido por él. Kudo, que así es como se apellida, tiene el sueño de convertir su casa en un museo de esqueletos de animales. En su colección ya figuran algunos, pero el que más recientemente se ha unido es el de un pollo. El japonés lo compró en el supermercado, lo cocinó y tras comerlo, y preparar y montar bien el esqueleto, le sacó fotos para sorprender a la red social con el antes y el después. El tuit alcanzó los 75.000 me gusta y casi 10.000 retuits de usuarios de Twitter que no dan crédito.

“Después de comer el pollo, quité los restos de carne de los huesos, los sequé, los blanqueé y luego los junté”, explicó Kudo. Confesó que la creación no era perfecta pues, accidentalmente, había comido algunos huesos pequeños, por lo que el esqueleto no está completo. El trabajo que tuvo que realizar para rehacer el esqueleto le llevó semanas, pues solo el secado de los huesos es un proceso de unos 14 días. En respuesta a su propio tuit, Kudo compartió varias imágenes de los esqueletos de otros animales que ya tiene en su particular museo. Entre ellos destacan varias cabezas de peces, el esqueleto de una rana completa o el de un gran pájaro.