Este martes 'El hormiguero' recibía a uno de los cómicos más conocidos del panorama, Leo Harlem. El humorista visitaba el espacio de Antena 3 para hablar de sus veinte años de carrera y de su nuevo espectáculo, 'Leo Harlem, 20 años no es nada', un show que tendrá un solo pase el próximo 9 de marzo en el Teatro Rialto de Madrid.

"El 9 de marzo será la función en el teatro Rialto de Madrid y se grabará para Movistar+. Así, quien lo quiera ver desde casa, lo podrá ver a partir del 1 de abril", explicaba Harlem y contaba a grandes rasgos la temática del espectáculo: "Hay textos míos y luego estamos elaborando un guion para contar mi infancia, mi juventud... Todo en aras de que la gente se parta el pecho".

Teniendo en cuenta por dónde iban los tiros, Pablo Motos quiso hablar con su invitado sobre su infancia y su juventud, aunque como suele ocurrir en el espacio de entretenimiento de Trancas y Barrancas, también salen a la luz otros temas relacionados con el protagonista del día que nada tienen que ver con el proyecto que va a presentar, en este ese tema ha sido la gastronomía, concretamente la cocina creativa, un tipo de cocina que no gusta mucho a Leo Harlem.

MEJOR LA COMIDA TRADICIONAL

Leo Harlem ha dejado claro que aprecia el esfuerzo de los chefs que se dedican a innovar en la cocina, sin embargo, él prefiere la cocina tradicional.

"La gente hace un esfuerzo enorme por innovar, pero el problema es que de esa comida te cansas, llega un momento en el que te apetece un cocido o una sopa de pescado de toda la vida. La cocina creativa son cosas tan complicadas que pierdes la referencia", exponía el cómico, aunque reconoce que algo de creatividad a la hora de comer tampoco está tan mal: "Me gusta comer cosas con el toque de creatividad, pero sin sacarte de quicio", afirmaba. "Llega un momento que dices 'oye, qué bien me vendría un cocidito'", le dijo a Motos.

EL HILARANTE ANÁLISIS DE LA GASTRONOMÍA DE BILBAO

Siguiendo con el tema de la comida, el presentador de 'El Hormiguero' ha recordado los monólogos sobre ciudades que el humorista ha hecho en varias ocasiones y le ha interrogado acerca de los tópicos más típicos de cada ciudad.

Pablo Motos preguntó por el frío de Zaragoza y también se centró en uno de los mayores tópicos de Bilbao, la gastronomía.

"En Bilbao se come sin conocimiento. En general, en toda España se come bien, pero allí el concepto ración no lo han pillado. Te ponen unos chuletones que les metes el tenedor y se te carga la batería del móvil", bromeaba Leo Harlem, antes de comentar los nombres de algunos conocidos platos de la cocina vasca.

"Si es que ya los nombres de los platos te acojonan. Marmitako, porrusalda€ Es que los pronuncias y ya se te quita el hambre. Pero se come muy bien", reconocía el leonés, antes de seguir tirando de humor y hablar de otros aspectos de la ciudad vasca: "¡Cómo ha cambiado Bilbao! Han hecho un museo con latas de espárragos precioso. Y tiene un perro de 16 metros", comentaba entre risas.