Las olas de calor llegan con el verano. Según la Oficina Nacional de Investigación Económica hay evidencias que aseguran que si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, en el futuro el calor extremo matará a millones de personas a nivel mundial.

Los expertos realizaron una comparación entre el número de muertes actuales y el que se prevé dentro de unos años por la misma causa. El escenario es bastante preocupante.

¿Cómo nos mata?

Hay que empezar teniendo en cuenta que cuando hace mucho calor, este puede afectar a personas de diversas edades. Si bien es cierto, hay ciertas personas que corren un mayor riesgo: los ancianos, los individuos con enfermedades crónicas, aquellos que tienen bajos ingresos, trabajadores al aire libre y los atletas que compiten bajo el sol.

Cuando nuestro cuerpo no puede regular el calor interno y se ve abrumado por la temperatura externa, los niveles corporales aumentan y se da lo que se conoce como hipertermia.

La temperatura normal en una persona suele rondar los 37 grados. Incluso el cuerpo en buenas condiciones de salud puede aguantar variaciones de hasta 3,5 grados.

Pero cuando se sobrepasa este umbral, la persona comienza a mostrar signos de angustia. El cuerpo para mantenerse fresco empieza a sudar y a causa de eso se da la deshidratación.

En ese momento el sudor ya no es suficiente. A continuación las reservas de sal disminuyen, los músculos se contraen y los órganos comienzan a hincharse.

Llegado este punto, lo más probable es que la persona sufra alucinaciones e ideas confusas. Luego, pueden aparecer vómitos, convulsiones y, por último, la muerte. Normalmente, el fallecimiento se da como resultado de un paro cardíaco.

Un golpe de calor, un padecimiento frecuente

La insolación puede causar la muerte o un daño cerebral. Suele estar conectado con calambres por calor, desmayos y agotamiento.

Esto ocurre cuando una persona tiene una exposición prolongada a altas temperaturas. Normalmente, va de la mano de la falta de hidratación.

Esta afección puede llevar a tener fallos cardíacos, derrame cerebral o incluso problemas respiratorios.

Es por eso que mantenerse correctamente hidratado ayuda a proteger a la persona contra el calor. En estos meses de verano hay que estar bebiendo agua constantemente y evitar salir a la calle en las horas de máximas temperaturas.