Desde la mar, la Reserva de la Biosfera de Urdaibai se percibe desde otro punto de vista completamente diferente. Así lo demuestra Hegaluze, que con sus diferentes rutas programadas por dicho entorno, nos ofrece la posibilidad de disfrutar de vistas espectaculares. Tras embarcarnos en uno de sus navíos en el puerto pesquero de Bermeo, nos sumamos en una aventura de camino a Elantxobe.
A lo largo de toda la ruta, que dura una hora aproximadamente, los tripulantes contamos con las explicaciones detalladas de una audioguía que nos cuenta todas las curiosidades y datos que debemos saber sobre nuestra nueva aventura. Saliendo del puerto de la localidad vizcaina, observamos la estatua de Xixili, una lamia que parece saludar a los viajeros, pero que se encuentra situada sobre las cabezas de tres pescadores que, por lo visto, no tuvieron un final feliz.
Una isla repleta de leyendas sobre piratas y corsarios
Tras dejar atrás el puerto deportivo de Bermeo, llegamos a la isla de Izaro, y desde el barco podemos verla en todas sus perspectivas. Como curiosidad, nos cuentan la historia de las ruinas de Izaro. Y es que este enclave, hogar de especies como cormoranes y gaviotas, también lo fue de frailes franciscanos que en 1422 residían en una ermita situada en lo alto de la isla. Estos subsistían gracias a la pesca y a los huevos de las gaviotas, aunque cuando se veían obligados a superar duras temporadas en condiciones extremas por su localización, izaban una bandera blanca para pedir ayuda.
De esta forma, los vecinos de Bermeo se acercaban a abastecerles. Sin embargo, su ermita fue arrasada, quemada y saqueada por unos corsarios franceses que buscaron venganza por el ataque de un pirata bermeotarra que tuvo sus disidencias con uno de sus compañeros. A día de hoy el enclave sigue en ruinas y el acceso a la isla de Izaro se encuentra restringido.
GAZTELUGATXE
Últimamente muy solicitada por su aparición en la serie Juego de Tronos, Hegaluze nos acerca en una de sus rutas a San Juan de Gaztelugatxe, entre el cabo de Matxitxako y Bakio. Un tramo litoral en el que la tierra y el mar entablan batalla. Este paisaje de belleza única, unido al interés histórico de la zona, han hecho merecer su catalogación como Biotopo Protegido. Además, también ofrecen rutas a la carta, ideales para grupos, también por los puertos de la zona de Urdaibai o por los alrededores del entorno de Gaztelugatxe.
Hogar de pescadores
Continuamos la travesía de la mano de Hegaluze hasta llegar a la playa de Laga, y más adelante, a las cuevas de Ogoño. Asomados a la barandilla, podemos observar la entrada de las marismas y las espectaculares cavidades que el agua del mar Cantábrico ha cavado en la roca de Ogoño.
Acompañados de las olas del mar, continuamos la travesía hacia el pintoresco pueblo de Elantxobe, formado hoy en día por las casitas que, en su momento, los pescadores construyeron poco a poco para poder descansar después de las duras jornadas de pesca en el puerto. Esto ha dado como resultado lo que es, hoy en día, el pueblo de Elantxobe.
A la vuelta, observamos la playa de Laida y entramos en el puerto de Mundaka, una pequeña villa marinera repleta de calles empedradas que es famosa por ser el hogar de la ola izquierda más famosa del mundo. Hoy en día, su puerto es principalmente de recreo y constituye un importante centro turístico de gran atractivo para los amantes del surf de todo el mundo, que no dudan en enfrentarse a esta icónica ola. En definitiva, Hegaluze nos ofrece la oportunidad perfecta para enamorarnos de un entorno histórico, de la manera más respetuosa posible y desde una perspectiva única.