Con la de Juanma Garro ya son tres las dimisiones de directivos en los nueve años y medio que lleva como presidente de Osasuna Luis Sabalza, que en este mismo periodo de tiempo ha prescindido también de otros seis miembros de sus juntas, lo que arroja un total de nueve disidentes que han abandonado el club en menos de una década, ya sea motu proprio o empujados por el abogado sangüesino, lo que arroja una media de uno por año.

Tan cierto es que este porcentaje creció exponencialmente a mediados del pasado mes de julio, en plenas fiestas de San Fermín (las abrió Luis Sabalza lanzando el Chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona), cuando Juanma Garro, José Andrés Burguete y Josetxo Pérez de Zabalza entraron en el equipo del presidente en detrimento de Fidel Medrano, Txuma Iso, Ignacio Yániz y Miguel Cuesta, como que Juanma Garro ha sido el directivo más efímero de la era Sabalza, pues ha durado en el cargo (era vocal) menos de nueve meses.

Cambios disfrazados de renuncia

Ocurre que la masiva modificación de la junta de Osasuna durante los Sanfermines se disfrazó oficialmente de renuncia de cuatro directivos, pero con el paso del tiempo se ha demostrado que fue una destitución en toda regla, extremo confirmado por el propio Luis Sabalza, que en su día desmintió que se tratase de una concesión al director general Fran Canal para que se quedara en el club y no aceptara la oferta del Celta, aunque en diferentes medios gallegos se apuntó justamente lo contrario.

Sin embargo, para encontrar las primeras destituciones de Sabalza, presidente de Osasuna desde diciembre de 2014, hay que remontarse a febrero de 2016, cuando cesó a Eva Blanco y Juan Ramón Lafón por falta de confianza, aunque ambos pusieron el foco en Fran Canal, por aquel entonces recién aterrizado en la entidad, como causante de las disensiones en el seno de la junta.

Las dimisiones

En lo que se refiere al capítulo de dimisiones, el primero en presentarla fue Pedro Baile, que en junio de 2017 renunció al cargo de vicepresidente y repitió casi los mismos argumentos para señalar públicamente a Canal como detonante principal de las discordias dentro de la directiva. Y otro que tampoco aguantó demasiado fue Alfonso Ramirez, que se unió al equipo de Sabalza junto a Txuma Iso tras las destituciones de Lafón y Blanco, pero dimitió fruto de la presión en octubre de 2017.

Juanma Garro se va ahora al no estar satisfecho con su labor en el club, “por acción o por omisión”, según su carta al presidente, una renuncia que llega un par de semanas después de que Arrasate anunciara su adiós. Reacción en cadena.