PAMPLONA. Aunque Lourdes Goicoechea ha negado las acusaciones desvinculándose de su antigua asesoría, según informa la Cadena SER, los que fueran clientes de la hoy consejera de Hacienda continúan siendo recibidos en el despacho profesional de su marido, el arquitecto Joaquín Arellano.
Al entrar a formar parte del gobierno navarro, Lourdes Goicoechea no sólo no cerró su despacho de asesoría fiscal sino que cedió su cartera de clientes a quien entonces era la número dos de su oficina, la abogada pamplonesa Ana Cámara que siguió operando desde la que hasta entonces era la oficina de Goicoechea: el estudio de arquitectura de su marido.
La dirección y el teléfono del despacho de la abogada Ana Cámara, según el registro del Colegio de abogados de Pamplona, coinciden con los del estudio profesional del marido de la Consejera Goicoechea: un lujoso despacho en la calle Monte Monjardín de la capital navarra frente al domicilio particular del matrimonio. Ayer mismo, según pudo comprobar esta emisora, los clientes de la asesoría fiscal de Ana Cámara continuaban siendo citados en dicha oficina.
Sin embargo, ni la consejera de Hacienda, ni su esposo ni su antigua empleada han registrado la sociedad de asesoría fiscal en el registro mercantil, por lo que entre los asuntos que deberán aclararse en la comisión de investigación estará cómo y a quiénes se facturaron los servicios fiscales prestados por Lourdes Goicoetexea.