El Consejo de Ministros extraordinario, convocado este domingo para aprobar la paralizar de todas las actividades consideradas no esenciales hasta el 9 de abril, acaba de terminar su reunión, ha informado el Gobierno.
Tras esta reunión, de la que informará en rueda de prensa la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantendrá una videoconferencia con los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas.
Sánchez anunció ayer la paralización de todas las actividades no esenciales a partir de este lunes, 30 de marzo, y hasta el próximo 9 de abril, para combatir el la pandemia del coronavirus.
Las actividades consideradas no esenciales son las que aparecen reflejadas en el decreto del estado de alarma aprobado el pasado 14 de marzo.
Más allá de las actividades ya prohibidas, la nueva restricción impedirá, por ejemplo, la actividad industrial en sectores no considerados esenciales para luchar contra la epidemia, o la construcción.
Las actividades consideradas no esenciales en el decreto del estado de alarma aprobado el pasado 14 de marzo permanecerán paralizadas del 30 de marzo al 9 de abril en toda España, con el fin de reducir aún más la movilidad y el riesgo de infecciones, y tratar de evitar el colapso en las UCI cuando llegue el pico de contagios por coronavirus.
Así lo comunicó ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una comparecencia desde La Moncloa en la que avanzó esta medida para hacer frente a la pandemia y que hoy se aprobará en un Consejo de Ministros extraordinario.
Sánchez dijo que esta "medida excepcional" supondrá que todos los trabajadores de actividades no esenciales "deberán quedarse en casa" a partir de mañana lunes para lo que tendrán un permiso retribuido "recuperable" durante todo el tiempo y recibirán su salario "con normalidad"
Sánchez explicó que será después, cuando pase este período de cese de actividad, cuando deberán recuperar las horas "de manera paulatina". Advirtió de que quedan "días muy duros" por la pandemia del coronavirus y es necesario "intensificar la lucha".
La paralización de actividades no esenciales es una iniciativa que se adopta, dijo, con el propósito de reducir aun más la movilidad de las personas hasta niveles como los de los dos últimos fines de semana, así como el número de contagios.
Eso permitiría al mismo tiempo, añadió, "descongestionar" las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los centros sanitarios.
NO BAJAR LA GUARDIA Aunque reconoció que las medidas que está tomando el Gobierno son de una "extraordinaria dureza", Sánchez destacó que estamos a las puertas de la Semana Santa y ahora, "a medida que nos acercamos a la cresta de la ola del virus", no es el momento de bajar la guardia, si no más bien al contrario, "intensificar la lucha".
Las actividades a las que se extiende la paralización son las que no están en el decreto por el que se impuso el estado de alarma. "Las esenciales seguirán funcionando como hasta ahora", aclaró.
Una vez haya concluido esta situación de alarma, explicó, los trabajadores podrán pactar con los empresarios ampliar su horario hasta el próximo 31 de diciembre para recuperar estos días de inactividad.
"Un día más es un día menos" para ver extirpado este virus, según el presidente, quien destacó la importancia de la coordinación en la lucha contra el COVID-19 a nivel europeo pero también a nivel nacional porque "somos más fuertes como uno que como diecisiete (comunidades autónomas)".
sin autocrítica por los test En cuanto a la devolución de 650.000 test de diagnóstico rápido del coronavirus por no tener el nivel de fiabilidad requerido eludió calificarlo de fiasco. Señaló que se trata de un caso "muy particular" y que el Estado es "garantista" en la compra de este tipo de material.
Sánchez recordó que, tras la compra de los test, es el Instituto Carlos III quien garantiza que las pruebas "cumplen con la normativa y las exigencias" para que sean eficaces. "En este caso, que es muy particular, se han devuelto al proveedor y se suministrará otro tipo de test con suficientes garantías", insistió.
Además, el presidente aseveró en clara alusión a la oposición, que ante este tipo de crisis caben dos actitudes, "o bien quedarse en el reproche o aportar soluciones", y añadió que su Gobierno "está por aportar soluciones en un contexto muy complejo". Asimismo, defendió que los esfuerzos del país están empezando a dar sus resultados.
Pero el discurso más crítico de Sánchez fue el dirigido a sus socios de la Unión Europea. El presidente dio un toque de atención a la UE y le reclamó que ofrezca "unida" una respuesta económica y social frente a la pandemia de coronavirus, ya que es una "catástrofe que nos afecta a todos". El jefe del Ejecutivo subrayó que "necesitamos contundencia y solidaridad".
También ha destacado que, pese a la lentitud de los mecanismos de decisión europeos, "si Europa quiere, Europa puede".
Ahora, el mundo enfrenta una guerra contra un enemigo común de los ciudadanos, "vivan donde vivan", porque, según ha añadido, ningún país ha convocado ni atraído este virus que está poniendo a prueba el
Pero el discurso más crítico de Sánchez fue el dirigido a sus socios de la Unión Europea. El presidente dio un toque de atención a la UE y le reclamó que ofrezca "unida" una respuesta económica y social frente a la pandemia de coronavirus, ya que "es una catástrofe que nos afecta a todos". El jefe del Ejecutivo subrayó que "necesitamos contundencia y solidaridad".
En opinión de Sánchez, Europa debe poner en pie "una suerte de economía de guerra y promover la resistencia", movilizando gran cantidad de recursos a través de un plan que ha comparado con el Plan Marshall. "Es la hora de la UE" ante una crisis que está poniendo a prueba a toda la humanidad, dijo.
un "gran plan marshall" Sánchez reclamó un "gran plan Marshall de recuperación" y apostó por la mutualización de los mecanismos de deuda, a través de lo que denominó como "bonos de reconstrucción" -rechazó el nombre de los popularmente conocidos como coronabonos-, para dar una respuesta común y evitar que "cada uno de los países se tenga que endeudar" por separado.
Tras preguntas sobre la postura contraria de países como Holanda, el presidente del Gobierno apostó por encontrar una solución que satisfaga al conjunto de la UE y recordó que su mercado interior de más de 500 millones de seres humanos es su principal arma, por ejemplo, para acudir a los mercados a comprar material sanitario frente a la "agresividad enorme" de todos los países.
Las reacciones no se hicieron esperar. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, reprochó al Gobierno la "improvisación" al adoptar medidas como la de parar actividades no esenciales frente al coronavirus pero dijo que seguirá teniendo "todo el apoyo" de su partido aunque estas actuaciones "lleguen tarde". La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, pidió "claridad" a la hora de distinguir entre actividades esenciales y no esenciales para dar "garantías y tranquilidad" a los trabajadores. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, consideró que se trata de una "buena noticia en el combate que tenemos contra la pandemia de coronavirus".
nuevo positivo de montero La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha vuelto a dar positivo en la prueba del coronavirus, aunque está "bien" y seguirá trabajando desde casa al menos una semana más, informaron fuentes de su ministerio.