Las formas de atención colaborativas y multidisciplinares con las que se ha atendido a los pacientes afectados por COVID-19 durante las fases más álgidas de la pandemia, y que se han aplicado también en las unidades de pacientes críticos, seguirán representando un papel primordial en la planificación prevista ante posibles repuntes de la enfermedad.

Como es sabido, la elevada demanda de enfermos con necesidad de cuidados intensivos provocó que se habilitaran para atenderlos áreas que habitualmente tenían otra finalidad, lo que motivó la necesaria colaboración de los equipos de Medicina Intensiva con profesionales de otras especialidades, como Anestesiología y Reanimación, que está desempeñando un papel relevante durante la crisis.

En concreto, el servicio de Anestesiología del Complejo Hospitalario de Navarra ha asumido, con el apoyo inicial del servicio de Medicina Intensiva, la atención a los pacientes críticos no-COVID, para los que se habilitó la Unidad de Reanimación Postanestésica (URPA), lugar habitualmente destinado al cuidado de los pacientes postquirúrgicos, en un contexto en el que las intervenciones se habían reducido a lo estrictamente imprescindible.

Con la vuelta progresiva a la actividad quirúrgica iniciada recientemente, ha regresado también la necesidad de tener un espacio para poder atender a estos pacientes en el postoperatorio inmediato. Esto, unido al descenso en la ocupación de pacientes con infección por coronavirus en las UCI, ha provocado que la Unidad de Intensivos A haya vuelto a acoger a pacientes no COVID, así como que la URPA B retome su actividad original como sala de reanimación postquirúrgica.

Asimismo, el servicio de Anestesiología ha trabajado conjuntamente con el servicio de Medicina Intensiva en la atención a los pacientes críticos COVID en algunos espacios ajenos a las unidades de UCI tradicionales, como las áreas de Endoscopia Digestiva y de Cirugía Mayor Ambulatoria.

Reconversión de espacios

Reconversión de espacios

Según refiere Miguel Salvador, Jefe del Servicio de Anestesiología y Reanimación del CHN, “el reto más importante en esta labor ha sido la reconversión en pocos días de un servicio estándar hacia otro claramente multidisciplinar”. Para ello se han formado equipos mixtos en los que, además del ya mencionado UCI-Anestesiología, se ha contado con la asistencia de otros servicios para necesidades más concretas como por ejemplo Nutrición, Cardiología, Infecciosas, Nefrología, Neurocirugía, Neurofisiología, Neurología, ORL, Psiquiatría y RHB, que, en palabras del doctor Salvador, “han jugado un papel relevante, haciendo que el proceso de atención fuese más abierto y multidisciplinar, convirtiendo nuestra Reanimación en unidad de atención transversal”.

En enfermería, también se ha reflejado el mismo espíritu colaborativo en la que los equipos humanos han sido tanto o más importante que los recursos materiales. Según explica Miguel Salvador, “todo el personal de dicho estamento que ha trabajado con nosotros ha realizado un esfuerzo y trabajo ejemplar, ya que en algunos casos han sido reubicados desde otras áreas de trabajo. Hemos contado con el refuerzo de enfermería habitual de cuidados intensivos, con más experiencia en el manejo de estos pacientes, integrándose de una manera muy facilitadora”. El jefe de servicio de Anestesiología ha querido también destacar el papel de “otros estamentos como celadores y personal de limpieza su entrega en el trabajo desarrollado en nuestras unidades, en esta situación tan crítica que hemos vivido”.

Ante los buenos resultados, el servicio de Anestesiología y Reanimación considera que el plan de contingencia ante nuevas exigencias asistenciales por futuras epidemias, debería replicar el modelo desarrollado estas semanas introduciendo las mejoras aprendidas de la experiencia.

Durante esta crisis, el servicio de Anestesiología y Reanimación ha continuado atendiendo toda la demanda asistencial no diferible como Urgencias quirúrgicas, cirugía oncológica, endoscopia digestiva y consultas no presenciales de la Unidad del Dolor y de preanestesia.