n el siglo XVIII, el navarro Juan de Goyeneche erigió una urbanización a las afueras de Madrid: Nuevo Baztán. Era una moda francesa de la época, donde la idea de que un núcleo industrial en las proximidades de una Corte podría llegar a ejercer cierta influencia.

Hoy, Nuevo Baztán es un pueblo más pequeño que Alsasua y a los navarros en Madrid no les ha hecho falta levantar pueblos para tener mando sobre la política estatal. Pocas veces en lo que vamos de democracia los políticos navarros habían tenido tanto poder sobre las decisiones del Estado. Hasta el punto de que los dos partidos de Gobierno en España, el PSOE y Unidas Podemos, están desde ya gobernados por navarros. Desde el 13 de junio, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, es también secretaria general de la formación morada, puesto al que accedió tras la asamblea organizada después de la salida de Pablo Iglesias. Y, desde el lunes, Santos Cerdán es el secretario de Organización del PSOE, el jefe del partido y número 2 solo por detrás de Pedro Sánchez, centrado en su labor como presidente.

Cerdán asume oficialmente unas funciones que, en la práctica, ya venía ejerciendo, porque aunque el secretario de Organización era José Luis Ábalos, el que también era ministro de Fomento había delegado todo el funcionamiento interno en el político de Milagro.

Por lo tanto, desde ya tanto el PSOE, un partido centenario al mando del Gobierno, como Podemos, una fuerza estatal y clave en el Ejecutivo, están dirigidos por navarros con un papel principal en un momento de efervescencia política. A esto hay que sumar, aparte, el nombre de Ana Beltrán. La presidenta del PP de Navarra y diputada por Madrid es además vicesecretaria de Organización del PP, un cargo solo por detrás de Pablo Casado y Teodoro García Ejea. Es decir, que también en el primer partido de la oposición hay una voz navarra con peso en la organización.

Que Cerdán pasaba a ser el número 2 del PSOE se supo el lunes. Ese día, tras el terremoto del sábado en el Gobierno de Sánchez que acabó con siete nuevos ministros en danza, se conoció que José Luis Ábalos también dejaba junto a su cargo de ministro de Fomento sus funciones al frente de los socialistas. Desde ese momento, el PSOE encomendó su organización interna al diputado por Navarra.

En realidad, Cerdán ya era el jefe del partido hasta ahora. Con Sánchez -secretario general del PSOE- totalmente centrado en su trabajo como presidente y Ábalos al frente de un ministerio, las labores del día a día recayeron desde el principio en el secretario de Coordinación Territorial, que a su vez era el número dos de Ábalos. Lo que pasa es que ahora asume esas funciones de manera interina.

Solo hasta octubre. Porque a mediados de ese mes se celebrará en Valencia el congreso del PSOE en el que Cerdán tomará oficialmente posesión del cargo. Se espera que en ese mismo congreso ocurra lo que pasó el sábado en el Gobierno, pero a escala partido: una buena reestructuración. Los nombramientos ministeriales dan pistas: Sánchez quiere reorganizar el partido, hacerlo más joven, feminista y municipalista. Y sobre ese esquema Cerdán tendrá el mando. El de Milagro ya conoce muy bien Ferraz. Lleva allí entregado al partido desde 2017, cuando Sánchez volvió a la secretaría general del PSOE después de sufrir el golpe de los barones. Cerdán permaneció a su lado y fue clave para conseguir los avales necesarios para su candidatura, y también para ganar las primarias, con una ya histórica quiniela que deslumbró al ahora presidente.

La historia de Ione Belarra es hasta cierto punto similar. Tras las elecciones madrileñas, Pablo Iglesias anunció su retirada total de la política. Eso implicaba su salida del partido, donde Belarra siempre ha sido una de las mujeres fuertes de Iglesias. Aunque acababa de asumir el cargo de ministra de Derechos Sociales -la primera navarra-, dio el paso y se presentó a las primarias de su partido junto con otros tres candidatos. Ganó de calle y desde junio es la secretaria general de Podemos.

Y algo más diferente fue el caso de Ana Beltrán. La exparlamentaria foral fue fichada por Casado para la lista de Madrid, y después de las elecciones de abril de 2019 accedió a un puesto interno de nueva creación que desembocó en su actual cargo como número 3.

Cerdán (PSOE). El político de Milagro accedió a la secretaría de Coordinación Territorial en 2017. Es la dirección desde la que se ha hecho cargo del PSOE mientras Sánchez y Ábalos estaban pendientes de sus labores en el Gobierno. Ahora, con Ábalos fuera, asume la secretaría de Organización.

Belarra (Unidas Podemos). Belarra ganó las primarias de Podemos tras la salida de Iglesias. Habían pasado apenas unos días desde que asumió el Ministerio de Derechos Sociales.