- La localidad de Aibar fue testigo ayer de una batalla campal. El botellón que decenas de jóvenes practicaban en la madrugada de ayer acabó con cruce de contenedores y lanzamiento de objetos a las patrullas de la Guardia Civil que fueron a desalojar la fiesta. Los incidentes se produjeron poco después de las 4 de la madrugada del sábado -Aibar no tiene toque de queda-, cuando agentes de la Guardia Civil acudieron a la localidad -que se encontraba en el último día de las no fiestas- para desalojar un botellón en el que participaban decenas de jóvenes, entre ellos vecinos del pueblo y personas llegadas de otras localidades, según apuntaron a este periódico varios vecinos de Aibar y su alcalde.

Tras la llegada de la Guardia Civil, empezaron los incidentes entre los agentes y un grupo de jóvenes, que lanzaron todo tipo de objetos a los policías, entre ellos un bolardo que rompió la luna de uno de los vehículos. El Instituto Armado solicitó el apoyo de la Policía Foral que informó en un comunicado que al llegar se encontraron con "mucha gente, muy agresiva, en una situación difícil de controlar". De momento no consta ningún detenido.

Triste y disgustado. Así se encontraba ayer el acalde de Aibar, Aritz Burguete, después de los graves incidentes que se vivieron en la localidad. "Por la mañana estaba la zona intransitable, parecía un campo de batalla", explicó Burguete. "No había nada organizado, no entendemos cómo pudo venir tanta gente de fuera", matizó. Sobre el origen de los incidentes, el alcalde lo tenía claro: "Quienes originan los altercados no son de la localidad. Aibar siempre ha sido un pueblo tranquilo, nunca había pasado nada así. Además, hay muchos vídeos y aquí nos conocemos todos; en las imágenes no se ve a ningún vecino lanzando cosas", defendió, al tiempo que quiso "condenar lo ocurrido, no estamos de acuerdo con lo que ha pasado".

En este sentido, Burguete puso en valor la respuesta de los vecinos del pueblo que se encontraban en las inmediaciones del altercado: "En cuanto ha pasado todo, muchos jóvenes del pueblo han limpiado la zona, que estaba destrozada, con contenedores cruzados. Entre todos han recogido los cristales y la basura del suelo. Después ya ha acudido la brigada de limpieza del Ayuntamiento que ha continuado con las labores de limpieza". Burguete se mostró muy apenado por lo ocurrido y recalcó que Aibar siempre ha sido un pueblo tranquilo, ajeno a estos problemas: "Son unos incidentes muy graves que han ocurrido en Aibar, pero el pueblo es una víctima de lo que ha ocurrido.

Por otra parte el vicepresidente y consejero de Interior del Gobierno foral, Javier Remírez, calificó de "absolutamente rechazable" lo ocurrido. "Mi reconocimiento y apoyo del Gobierno de Navarra a la labor que vienen realizando Guardia Civil y Policía Foral y todas las fuerzas policiales preservando la salud pública pese a las respuestas intolerables de una minoría irresponsable", sentenció Remírez a través de su cuenta de Twitter.

"No había nada organizado,

no entendemos cómo pudo venir tanta gente de fuera del pueblo"

Alcalde de Aibar