La vacunación completa tiene una efectividad superior al 90% para prevenir hospitalizaciones por covid-19 mientras que otorga una protección moderada (66%) para evitar infecciones. Así se desprende de una investigación elaborada por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, que puntualiza que la efectividad no es constante en la población y varía ampliamente en función de varios factores como la edad, el sexo, la comorbilidad o el hecho de ser inmunodeprimido. El estudio, que se realizó entre abril y octubre de este año y contó con la participación de 30.000 personas, remarca que la protección puede disminuir poco a poco con el paso del tiempo. En el caso de Pfizer, por ejemplo, la protección para evitar infecciones cae del 70% del primer mes al 63% del tercero.

Estudio sobre la efectividad de la vacuna contra la covid

Estudio sobre la efectividad de la vacuna contra la covid

Las vacunas se han convertido en la principal medida para hacer frente a la pandemia. Su principal objetivo, tal y como constata el investigador principal del estudio, Jesús Castilla, "es evitar las formas graves de la enfermedad que llevan a ingresos hospitalarios (en planta y en UCI) y a defunciones". Un propósito que, según revela este estudio navarro, se consigue ya que la pauta vacunal completa otorga una protección superior al 90% para prevenir casos de covid-19 que requieran ingreso hospitalario.

Otro reto deseable es que las vacunas prevengan la transmisión y ayuden a controlar la circulación del virus en la población. En este caso, la investigación constata que la efectividad es moderada (66%) para evitar infecciones sintomáticas y asintomáticas. "Dos tercios de las infecciones que se producen en personas no vacunadas en aquellas que sí lo están dejan de producirse", explica Castilla, que señala que esa efectividad moderada "puede ser insuficiente para controlar la circulación en la población".

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Diferencias según la vacuna

La investigación de Salud Pública, que remarca que la efectividad mejora con la vacunación completa respecto a la parcial, evalúa los niveles de protección que otorgan las distintas vacunas que están en uso en España (AstraZeneca, Pfizer, Moderna y Janssen) y observa notables diferencias. En términos generales se puede decir que Moderna es las más eficaz tanto para evitar contagios como hospitalizaciones mientras que la más floja es la de Janssen.

El estudio indica que la protección para prevenir infecciones oscila entre el 50% de Janssen (la única de una dosis) y el 54% de AstraZeneca hasta el 69% y el 82% que se alcanza con Pfizer y Moderna respectivamente. La personas que recibieron la primera dosis de AstraZeneca y la segunda de Pfizer, como recomendaron las autoridades sanitarias, logran la mayor protección: un 86%.

En lo que respecta a la protección para prevenir los ingresos, los porcentajes se sitúan por encima del 90% en todas las vacunas salvo en Janssen que cae al 74%.

Menos protección en mayores de 60 años

La investigación concluye que la efectividad de la vacuna puede ser menor en personas de mayor edad o con enfermedades crónicas. La comorbilidad y la presencia de inmunodepresión también son factores que influyen en su nivel de protección. En el caso de la población mayor de 60 años, la efectividad baja del 52% al 17% con Janssen, del 70% al 50% con Pfizer, del 83% al 68% con Moderna y del 54% al 44% con AstraZeneca.

Asimismo, el estudio revela que la protección vacunal puede ir disminuyendo con el transcurso del tiempo desde la última dosis. En el caso de Pfizer, la más inoculada, la efectividad para evitar infecciones se sitúa en el 70% en el primer mes y cae al 63% a partir del tercer mes. En el caso de Moderna, la protección pasa del 83% al 67% y con Janssen del 52% al 28%.

En lo que respecta a la protección ante las distintas variantes del virus, el estudio señala que todas las vacunas mantienen una elevada efectividad ante las variantes Alpha (británica) y Delta (india).

Menos efectiva en domicilios

Por otra parte, la investigación constata que la efectividad de la vacuna para reducir la circulación del virus depende además de las características de la exposición. Así las cosas, la protección es menor para prevenir la transmisión en exposiciones repetidas, como puede ser los domicilios, que en las exposiciones puntuales. Además, la vacunación de la persona que se ha contagiado y del contacto reducen la probabilidad de transmisión. Sin embargo, tal y como señala Castilla, la relajación de las medidas preventivas puede contrarrestar estos efectos.

"Las implicaciones prácticas de los resultados de esta investigación son que hay que vacunarse, que la vacuna es muy útil y previene muchos problemas, pero que hay que complementarla siempre con otras medidas preventivas mientras siga habiendo circulación del covid en la población", concluye Castilla.