Rostro, y muchas veces nombre y apellidos. Un estudio sobre los delitos contra la libertad sexual denunciados en Navarra durante los años 2018, 2019 y 2020 evidencia que en el 76,89% de los casos, los agresores tienen algún tipo de relación con la víctima del abuso o la agresión sexual, ya sea de parentesco, amistad, sentimental o de otro tipo. Es decir, la violencia sexual se ejerce mayoritariamente por parte de personas del entorno de las víctimas.

En su informe, Ana Carmona Juanmartiñena y Juana Mª Ramírez Herrera, dos jóvenes criminólogas licenciadas por la UNED, acreditan que las mujeres son víctimas de los delitos contra la libertad sexual en un 94,54%, y los hombres son agresores en un 97,48%. “Estos datos avalan la premisa que venimos estableciendo a lo largo de este informe, que nos encontramos ante una problemática de género”, aseguran las autoras del estudio, que analizaron un total de 238 denuncias por delitos sexuales correspondientes a los años 2018, 2019 y 2020.

En cuanto al perfil de las víctimas el 45,57% de las víctimas son menores de edad y 24,89% tienen entre 18 y 25 años de edad. El 76,89% de los agresores son mayores de edad, y el 60,5% es mayor de 26 años. “Con estas cifras es fácil apreciar la vulnerabilidad de los menores y jóvenes frente a este delito”, afirman en su estudio las dos criminólogas.

En contra de la creencia popular, prosiguen, la mayoría de los delitos de abuso y agresión sexual en Navarra “son cometidos por personas que forman parte del entorno de las víctimas, existiendo una falsa creencia de que son los desconocidos los principales autores de esta modalidad delictiva”. En concreto, el 76,89% de los agresores tienen algún tipo de relación con la víctima y el 53,36% de las victimizaciones se han producido en el espacio privado cerrado.

Cuando los delitos tienen lugar en un espacio privado, se cometen en su mayoría por familiares o personas conocidas por la víctima (17,23% y 18,07%, respectivamente). “Es reseñable que en los espacios públicos cerrados no haya una mayor representación de delitos cometidos por desconocidos. En cambio, en los espacios públicos abiertos sí que el porcentaje de delitos cometidos por desconocidos asciende a un 14,29%, lo que es relevante teniendo en cuenta que el 22,69% de las victimizaciones se producen en este tipo de lugar”, detallan.

El estudio indica que “existe un gran número de víctimas que han consumido alcohol (muchas de ellas en grandes cantidades) de forma previa a sufrir la victimización. Esta característica, hace que aumente de forma considerable la vulnerabilidad de las mujeres”. En concreto, el 24,8% de las víctimas refiere en su denuncia haber consumido alcohol y/o otras sustancias en el momento de la victimización.

La mayoría de los delitos se producen durante el fin de semana, confirman las autoras del estudio, que consideran que “si además tenemos en cuenta que la mayoría de las víctimas son menores y/o jóvenes, y que además media el alcohol en gran parte de los casos, convendría realizar un estudio en cuanto a prevención situacional y geográfico de los espacios públicos cerrados (un bar, una discoteca), o aquellos espacios públicos abiertos (zona para carpas de fiestas, lugares de concentración de jóvenes, etc)”.

El delito de abuso sexual es el que más se comete en todos los rangos de edad, pero especialmente cuando la víctima es menor de edad (de 0 a 15 años, principalmente). “Según va aumentando la edad de la víctima, y hasta alcanzar los 25 años, los delitos se reparten de forma más uniforme. A partir de los 26 años, el delito de abuso sexual con penetración pierde representatividad frente al de agresión sexual con penetración”.