washington - El presidente estadounidense, Donald Trump, expuso ayer que planea aprobar una orden ejecutiva con la que se pondrá fin al derecho a la ciudadanía para los niños nacidos en EEUU de personas que sean estadounidenses e inmigrantes que entraron ilegalmente en el país, lo cual podría generar una batalla constitucional por contradecir la 14 Enmienda de la Constitución, recogida en 1898, que dice que “todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del estado en el que residen”. “Siempre me han dicho que se necesitaba una enmienda constitucional. ¿Sabe qué? No hace falta, porque puedo hacerlo solo con una orden ejecutiva”, afirmó el mandatario en una entrevista en Axios en HBO.

Para introducir cambios en la Carta Magna hace falta el respaldo de dos tercios de la Cámara de Representantes y del Senado y el respaldo de tres cuartas partes de los congresos de los estados en una convención, lo cual “está en proceso”. “Somos el único país del mundo donde una persona llega, tiene un hijo y el bebé es esencialmente un ciudadano durante 85 años con todos los beneficios. Es ridículo y tiene que acabar”, dijo.

Desde la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), la principal organización de defensa de los Derechos Humanos de Estados Unidos, condenaron los planes de Trump. “Esto es un atentado para agitar la retórica incendiaria de odio contra los inmigrantes días antes de las elecciones”, defendió ACLU en Twitter, que recordó que “la Enmienda 14 garantiza la ciudadanía claramente, por lo que no se puede borrar la Constitución por orden ejecutiva, @realDonaldTrump”.

También desde United We Dream, un grupo nacional de jóvenes inmigrantes, criticaron la medida. “Pero creemos que en este momento lo que es más importante es que la gente se organice y vote”, avanzó su subdirectora, Greisa Martinez Rosas.

Sin embargo, no todo fueron muestras de rechazo a la iniciativa de Trump, sino que el mandatario se encontró también con mensajes de apoyo, como el del senador republicano Lindsey Graham, quien celebró que “por fin hay un presidente dispuesto a hacerse cargo de esta absurda política de la ciudadanía por nacimiento”, escribió en Twitter.

Asimismo, aseguró ser partidario de una reforma migratoria integral y que ponga fin a esta política. “Estados Unidos es uno de los dos países desarrollados del mundo que garantizan la ciudadanía en base al lugar de nacimiento”, de modo que “esta política es un imán para la inmigración ilegal” y “tiene que acabar”. En esto, anunció que presentará “legislación en la misma línea que la orden ejecutiva propuesta por el presidente Trump”.

Por su parte, el vicepresidente Mike Pence salió también en defensa del presidente. “Todos estimamos el texto de la 14 Enmienda, pero el Tribunal Supremo de Estados Unidos nunca ha dictaminado” si este “se aplica específicamente a las personas que están en el país de forma ilegal”, dijo en una entrevista con el periodico estadounidense Politico.

Además, mostró que “hay una crisis en la frontera sur” y que la llegada de la caravana de migrantes preocupa a millones de estadounidenses y sostuvo que el derecho de la ciudadanía por nacimiento es uno de los factores que sirven de “imán” para la llegada de migrantes. “Tenemos que arreglar un sistema migratorio roto”, insistió. - E.P.

Omar Jadwat “es un intento transparente e inconstitucional para sembrar la división”

El director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de ACLU afirmó que Donald Trump plantea “borrar” la Constitución , así como “avivar las llamas del odio antiinmigrante”.