Washington - El Comité Judicial de la Cámara baja aprobó ayer los cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con lo que dio luz verde a una votación en el pleno de esa cámara para abrir un proceso de destitución contra el mandatario por presiones a Ucrania para que investigara a su rival político y exvicepresidente, Joe Biden.

El comité aprobó las acusaciones políticas contra Trump por 23 votos a favor y 17 en contra. En mensajes en su cuenta de Twitter poco antes de la votación, el presidente Trump cuestionó: ¿Cómo se puede acusar a alguien que no ha hecho nada malo? Hemos creado la mejor economía en la historia del país, reconstituido nuestras fuerzas armadas, cortado los impuestos y las regulaciones, creado empleos, empleos, empleos y mucho más, añadió el presidente, quien aseguró que el proceso de destitución puesto en marcha en su contra es una locura.

Los legisladores republicanos, que son minoría en la Cámara baja del Congreso, usaron tácticas dilatorias durante una prolongada audiencia este jueves dentro de sus esfuerzos por impedir la aceptación de los cargos contra Trump, que dada la mayoría de los demócratas tenían prácticamente asegurada la aprobación. La audiencia de ayer fue la última de un proceso que ha durado casi tres meses y que debe servir para trasladar los cargos contra Trump al pleno de la Cámara baja, que los votará presumiblemente la próxima semana, formalizando el esperado impeachment contra el mandatario.

Después de que los republicanos presentaran y debatieran numerosas enmiendas en la sesión de ayer jueves, que duró hasta casi la medianoche, el presidente del comité, el demócrata Jerrold Nadler, de Nueva York, suspendió la sesión sorpresivamente hasta la mañana de ayer, en la que la votación se produjo nada más comenzar la sesión.

buscar en la conciencia “Han sido dos días muy largos de consideración de estos artículos y ahora es muy tarde en la noche. Quiero que los miembros de ambos partidos piensen en lo sucedido en los últimos dos días y busquen en sus conciencias antes de emitir nuestros votos finales”, había sido la petición de Nadler al suspender la sesión en la noche del jueves. Pese a que la decisión de suspender la sesión fue recibida con enfado por parte de los republicanos, esta mañana accedieron a abandonar su estrategia y permitieron que la votación se produjera rápidamente.

Tras el visto bueno del Comité Judicial de la Cámara baja, el caso queda ya listo para ser sometido a una votación en el pleno.

Allí se espera que, gracias a la mayoría de los demócratas, que ocupan 235 escaños frente a los 198 en manos de los republicanos, salga adelante el voto a favor de imputar políticamente a Trump. Esta votación no tiene todavía fecha, aunque se espera que se produzca antes de que termine 2019 y muy posiblemente la próxima semana.

Después de su aprobación en la Cámara de Representantes, el proceso pasará al Senado, donde es posible que en enero tenga lugar el juicio político propiamente dicho.

Tal y como establece la Constitución, durante el juicio político el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, delegará su cargo de presidente del Senado en el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts.

Durante el proceso, los senadores actúan como jurado y tienen que decidir si el presidente es “condenado” o “absuelto”.

Para destituir al mandatario es necesario que dos terceras partes de los senadores voten a favor de condenar a Trump, lo que se antoja poco probable en una cámara donde los republicanos tienen la mayoría con 53 legisladores, frente a 45 demócratas y dos independientes.

Existe además la opción de que los miembros del Senado envíen, antes de la conclusión del juicio político, una moción para desestimar los cargos contra el presidente, que tendría que aprobarse con mayoría simple.

Cabe la posibilidad de que el líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, bloquee el proceso y se niegue a celebrar un juicio político en la cámara. En 2016 ya rechazó acoger las vistas para confirmar a un nominado a ocupar un puesto en el Supremo.

Sin embargo, esto no parece plausible, pues él mismo ha afirmado en diversas ocasiones que no lo hará: “Bajo las reglas del juicio político en el Senado, trataremos este asunto”, adelantó en octubre. - Efe

Tercer presidente QUE será juzgado

Trump. Casi con toda seguridad Trump se convertirá en el tercer presidente en enfrentarse a un impeachment y el primero del siglo XXI; aunque el cuarto en encarar cargos de este tipo. Trump engrosará así una lista en la que están Bill Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869), aunque ambos fueron absueltos. Clinton hizo frente a la acusaciones de obstrucción a la Justicia y perjurio a raíz de la relación que mantuvo con la becaria de la Casa Blanca Mónica Lewinsky; mientras que Johnson fue imputado con once cargos por “graves delitos y mala conducta”. No fue enjuiciado Richard Nixon (1969-1974), quien dimitió antes de que se iniciara su juicio político por el caso Watergate, uno de los escándalos políticos más sonados de la historia de EEUU.