Combatir la crisis del coronavirus se ha convertido en el principal quebradero de cabeza para los países de medio mundo. Gobiernos como los de Alemania, Taiwan o Nueva Zelanda destacan por haber hecho frente a la pandemia arrojando los mejores resultados en términos de gestión política. ¿Pero qué tienen en común estos países además de su trabajo? Sencillamente que hablamos de gobiernos con una mujer al frente.

Estos países, además de Finlandia, Islandia, Noruega o Dinamarca, han registrado un mejor control de la enfermedad y menos fallecimientos. Así lo avalan los últimos datos registrados de los que se desprende, por ejemplo, que Nueva Zelanda ha puesto fin a la transmisión local del virus. La primera ministra, Jacinda Ardern, ha celebrado que el país haya salido "victorioso" de la lucha contra la transmisión local del coronavirus, si bien ha pedido precaución de cara a la retirada paulatina de restricciones tras semanas de confinamiento.

Hablamos de países que empiezan a tomar medidas de cara a la vuelta a la "nueva normalidad". En este sentido, Noruega ha reabierto esta semana los colegios para alumnos de primer hasta cuarto curso tras seis semanas de confinamiento. Esta decisión afecta a unos 250.000 estudiantes del país escandinavo, que cuenta con una población de aproximadamente 5,4 millones de personas, y ha tenido lugar una semana después de que reabrieran las guarderías y jardines de infancia, según informaciones de la cadena de televisión local TV2.

De acuerdo con la publicación especializada Forbes, las mandatarias están demostrando que atienden mejor la crisis de salud en sus respectivos países y quizá uno de los factores sea el hecho de que se enfrentan de manera más franca a la crisis.

En el caso de la canciller alemana, Ángela Merkel, el pasado 11 de marzo alzó su voz y aseguró que el virus infectaría hasta al 70% de la población. También abogó por realizar pruebas masivas desde el inicio de la cuarentena, a pesar de contar con una cifra de infectados por debajo de sus países vecinos europeos. El objetivo no era otro que detectar el virus con suficiente antelación para aislar y tratar a los pacientes de manera efectiva. Ahora inmersa en plena desescalada, Alemania anuncia que multará con hasta 10.000 euros a quien no use mascarilla en comercios y transporte público. Y es que, la pandemia de coronavirus ha dejado en Alemania más de 156.000 personas contagiadas y ha provocado la muerte de 5.913, según el balance publicado este martes por el Instituto Robert Koch, la agencia gubernamental alemana encargada del seguimiento de las enfermedades contagiosas.

En Taiwan, desde los primeros indicios, su presidenta Tsai Ing-wen implementó 124 acciones para detener la propagación. A las pruebas masivas para detectar el covid-19, se sumó el rastreo de los móviles de aquellos ciudadanos que debían guardar cuarentena. Para algunos, medidas como estas serán demasiado contundentes, pero son muchas las voces que defienden que están provocando una mejor gestión de la crisis.

Buena parte de los elogios vienen de la mano de Forbes. Además de poner en valor a estas mujeres, la revista contrapone la respuesta dada por las mandatarias con la rigidez de gobernantes varones. Donald Trump, Vladimir Putin, Jair Bolsonaro o el mexicano Andrés Manuel López Obrador son algunos de los nombres que salen a colación.

La publicación estadounidense apunta que "los estilos de liderazgo de las mujeres pueden ser diferentes y beneficiosos" y lamenta el hecho de que varias organizaciones políticas y compañías insistan en que "las mujeres se comporten más como hombres si quieren liderar o tener éxito". A modo de conclusión, la publicación señala que los gobernantes hombres deberían aprender rasgos de liderazgo femenino.