La Fiscalía de Ucrania está estudiando unos 5.600 casos de incidentes constitutivos de crímenes de guerra cometidos por Rusia desde el principio de su invasión del país, según ha informado este domingo la fiscal general del país, Irina Venediktova.

La Fiscalía ha estructurado estos incidentes en torno a un caso principal, como es la invasión rusa, que coloca como sospechosos a más de 500 altos cargos políticos y militares rusos.

Venediktova ha acusado al presidente ruso, Vladimir Putin, de convertirse en el "principal criminal de guerra del siglo XXI", si bien ha reconocido que Putin, mientras siga al frente del país, no puede ser imputado sin una decisión de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI).

Precisamente el máximo responsable diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, ha anunciado una reunión este domingo con la Fiscalía del TPI para "discutir el apoyo personalizado e integral de la Misión de la Unión Europea en Ucrania" en relación a estos casos, comenzando por la masacre de más de 360 civiles en la localidad de Bucha a manos de las fuerzas rusas, según el Gobierno de Kiev y sus aliados.

La fiscal también denunció como crimen de guerra el ataque del viernes contra una estación de tren en la ciudad de Kramatorsk, que dejó al menos medio centenar de muertos y más de un centenar de heridos.

"Estas personas solo querían salvar sus vidas, querían ser evacuados. Eran mujeres, eran niños y solo querían salvar sus vidas", ha declarado la fiscal, quien ha reiterado que Ucrania cuenta con "pruebas" de que Rusia estuvo detrás del ataque. "Casi todas las regiones de Ucrania han sido bombardeadas y contamos con muchos datos concretos de cada región y cada ciudad", ha declarado la fiscal.

El Kremlin ha negado la comisión de crímenes de guerra durante la invasión de Ucrania y acusa por contra a los ucranianos de las muertes de su propia gente.