Amigo Arne, nunca pensé en escribir esta carta después de haber sufrido la pérdida de mi hijo y tu amigo, Carlos.

Todavía recuerdo la cena en Washington antes de la firma del acuerdo de la Join Venture entre AC y Marriott. No imaginábamos todos los éxitos y proyectos que estaban por venir después de ese momento. Se cumplió el eslogan: "lo mejor de AC con lo mejor de Marriott".

Te echaré de menos en la Ruta Jacobea, al igual que en todas las charlas que mantuve contigo y con Carlos, siempre en inglés porque no lograste aprender castellano, ni yo inglés. Arne, decir que eras el referente mundial del sector hotelero es una obviedad. Eras un gran padre, un gran amigo, un gran deportista y un luchador incansable en todo, tanto en tu enfermedad, como en tu trabajo, como en el deporte. La verdad es que este año estaba convencido que volveríamos a hacer juntos la Ruta Jacobea, como me habías prometido. Estoy seguro de que desde el cielo nos acompañaréis Carlos y tú en ésta y en todas las Rutas Jacobeas.

Desde aquí quiero enviarles un fuerte abrazo a tu mujer e hijos, a los que tuve la suerte de conocer. Y seguro que, aunque estos momentos son muy duros, siempre serás su referente y estarás presente en sus vidas.

Arne, toda la Familia AC Marriott te vamos a echar mucho de menos. Hoy lloramos tu pérdida, pero nos queda tu ejemplo, que llevaremos siempre en nuestro corazón.