BILBAO. Los testigos de la acusación particular en el juicio por el caso de la muerte de Iñigo Cabacas, aficionado del Athletic de Bilbao que falleció tras recibir el impacto de una pelota de goma, han afirmado que no se produjeron incidentes cuando la Ertzaintza cargó en el callejón de María Díaz de Haro en Bilbao. Un amigo de la víctima ha asegurado que Iñigo recibió "el golpe en la cabeza". "No he visto tanta cantidad de sangre en mi vida", ha asegurado.

Tras el testimonio ayer de los seis ertzainas acusados por homicidio imprudente, en la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Bizkaia, este martes ha sido el turno de los testigos de acusación, ejercida por la abogada de la familia Cabacas, Jone Goirizelaia, que reclama un total de 24 años de cárcel para los procesados e inhabilitación especial para ejercer su trabajo. Por su parte, la Fiscalía reclama la libre absolución.

Los hechos ocurrieron el 5 de abril de 2012 durante el dispositivo policial establecido con motivo del partido que se celebró en el viejo San Mamés entre el Athletic Club y el Schalke 04, calificado de alto riesgo. Tras el encuentro, en una carga de la Ertzaintza, en el callejón de María Díaz de Haro un pelotazo de goma impactó en la cabeza de Cabacas, que fue hospitalizado y falleció cuatro días después.

Varios amigos del joven hincha del Athletic han declarado este martes que se encontraban en el lugar celebrando la victoria del equipo rojiblanco cuando llegaron tres furgonetas de la Ertzaintza y "se pusieron a cargar, sin que hubiera pasado nada", mientras la plazoleta estaba "abarrotada" de gente.

"No les tiraron nada desde la plazoleta. No vi encapuchados lanzando nada. Algún objeto se lanzó después de empezar la carga", ha asegurado uno de los compañeros de la víctima, para señalar que una pelota de goma alcanzó a Iñigo en la cabeza. "No he visto tanta cantidad de sangre en mi vida. No fue una carga justificada. No había necesidad de hacer esa carga. No pasaba nada que hiciera necesario que se disolviera a la gente", ha asegurado Javier López.

En la misma línea, ha testificado Ibai, otro amigo de Iñigo Cabacas, que ha afirmado que llegaron tres furgonetas de la Policía autonómica y bajaron los agentes "con escudos y pistolas" de pelotas de goma preparados, pero no escuchó ninguna orden de desalojo ni de que fueran a cargar.

Este testigo ha explicado que, "de repente", comenzó la carga policial, pero no había "ningún altercado" que hiciese preciso el desalojo. "Empezaron a disparar indiscriminadamente. Vi pelotas que rebotaban en las paredes, vi como pasaban las pelotas. Lo único que pudimos hacer era protegernos y resguardarnos. Disparaban a lo que se movía en el callejón", ha indicado.

Por su parte, Eulalia Caballero, también citada por la acusación, ha relatado que estaba en Bilbao visitando a la familia y se encontraba, en el momento de los hechos, viendo partido en la plazoleta del callejón, cuando oyó "disparos y disparos" que los ertzainas lanzaban "de frente y recto".

"BATALLA CAMPAL" El conductor de un autobús que pasaba por el lugar la noche de los hechos ha asegurado que aquello era "una guerra campal". "Escuché zambombazos contra la chapa de abajo del autobús. Ni idea lo que podía ser", ha apuntado.

Además, ha apuntado que, por la calle María Díaz de Haro, subían furgonetas y ertzainas "preparados para disparar", pero desconoce si para "atacar o repeler" el ataque.