pamplona - La renuncia del candidato pactado por el PP y el PSOE para presidir el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Supremo, el magistrado Manuel Marchena, ha abierto una crisis institucional inédita que congela la renovación del órgano de gobierno de los jueces en un momento de creciente desprestigio de la justicia. El gesto de Marchena y la decisión del PP de dejar en suspenso el pacto alcanzado con el PSOE para la renovación rompen el único acuerdo entre los dos principales partidos tras la moción de censura que provocó el cambio de gobierno.

El PSOE y la mayoría de las asociaciones de jueces creen que la renuncia ha sido provocada por el whatsapp del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, desvelado por el diario El Español, en el que defendía la elección de Marchena para presidir el CGPJ y el Tribunal Supremo porque se podría controlar “por detrás” la sala segunda del alto tribunal y están en juego “centenares de nombramientos”. Marchena, en el comunicado en el que anunciaba su renuncia a ser candidato subrayó que jamás ha concebido “el ejercicio de la función jurisdiccional como un instrumento al servicio de una u otra opción política para controlar el desenlace de un proceso penal”.

filtración El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó a Cosidó de debilitar al CGPJ y dañar el crédito general de la justicia y le pidió que renuncie a su cargo, pero el PP evitó asumir cualquier responsabilidad y culpó al Ejecutivo, al que acusó de haber “filtrado” detalles de la negociación para renovar el órgano de gobierno de los jueces desgastando a la justicia. Con ese argumento anunció la ruptura del acuerdo con los socialistas -“por la dignidad” del grupo parlamentario, por “respeto” a los jueces y por el “fortalecimiento de las instituciones”, dijo su líder, Pablo Casado-, aunque la tramitación parlamentaria del pacto está en marcha y el jueves se debe votar en el pleno del Congreso a los cuatro vocales juristas que debe elegir la Cámara Baja.

Los ánimos entre los populares, apuntan fuentes del partido, estaban muy caldeados ante los cambios de última hora del PSOE y algunos de sus candidatos, como el juez José Ricardo de Prada, magistrado que formó parte del tribunal del caso Gürtel y motivó la declaración como testigo en el juicio del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Como explicó Cosidó a sus compañeros en el chat interno de senadores del PP, que ayer fue desactivado, el “pacto previo” suponía no vetar nombres y en cualquier caso sacar a De Prada de la Audiencia Nacional era bueno.

Entre los senadores existe una división de opiniones sobre lo ocurrido y la posición en la que queda el portavoz, aunque la mayoría de los parlamentarios consultados por Europa Press entiende que el contenido del mensaje fue imprudente y que Cosidó no lo debió enviar. Algunos de ellos defienden que el portavoz debería dimitir. Génova, no obstante, culpó a la ministra de Justicia intentando alejar el foco de Cosidó, que no solo se negó ayer a dimitir sino que dijo estar respaldado por Casado, aunque éste no hizo explícito este apoyo y censuró su whatsapp. El PP sostiene además que Dolores Delgado, negociadora del acuerdo junto a su antecesor en el cargo, Rafael Catalá, ya no es interlocutora válida. De hecho, hoy intentará que el pleno del Congreso la repruebe. “Delgado es la ministra más sucia políticamente del Gobierno”, sostuvo Javier Maroto.

Sánchez devolvió el golpe y acusó a Cosidó de haber debilitado al CGPJ y haber dañado el crédito general de la justicia con el mensaje que envió y le exigió dejar el cargo. “Hoy ha renunciado alguien -dijo Sánchez en alusión a la decisión del juez Marchena- pero no ha sido precisamente quien esperan los españoles que renuncie, que es usted, señor Cosidó”, aseveró Sánchez, que defendió la idea de que el “escándalo” no es que sea el legislativo el que elija al plenario del CGPJ, sino “el sentido patrimonialista” que tiene el PP de la justicia.

Delgado, por su parte, atribuyó la ruptura del pacto por parte del PP a una “cortina de humo” ante ese whatsapp “absolutamente inaceptable” e insistió en que la “vocación” del Ejecutivo es renovar en plazo el CGPJ, cuyo mandato expira el 4 de diciembre, porque es “bueno para las instituciones”. Para lograrlo, es indispensable el acuerdo entre populares y socialistas, ya que la Constitución establece que los vocales deben ser elegidos -diez en el Congreso y diez en el Senado- por una mayoría de tres quintos. La Ley Orgánica del Poder Judicial fija además que serán los vocales quienes elijan al presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, por la que la filtración del nombre de Marchena soliviantó a los jueces, que el lunes protagonizaron su segunda huelga del año y reclamaron la despolitización de la justicia y ayer elogiaron la renuncia del magistrado reivindicando su independencia.

Todas las asociaciones de jueces exigen cambiar el sistema de elección de los vocales del CGPJ, para que sean los propios jueces y magistrados quienes elijan a los doce miembros de extracción judicial, y el PP se sumó ayer a esa idea. Para lograrlo, registró una enmienda a la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que se tramitaba en el Senado.

modelo Ciudadanos siempre ha defendido el cambio de modelo y Sánchez se mostró ayer abierto a hablar, aunque defendió que sea el Parlamento, representante de la soberanía nacional, y no las asociaciones de jueces quienes elijan a los vocales y ha recordado además que hoy por hoy, la ley exige el acuerdo parlamentario para renovar a los veinte vocales. Mientras no lo haya, seguirá al frente del CGPJ y del Tribunal Supremo Carlos Lesmes, cuestionado tras la gestión que realizó el alto tribunal del caso del impuesto de las hipotecas. Marchena, por su parte, se mantiene con su renuncia al frente de la Sala Segunda del Supremo y del tribunal que juzgará a los 18 acusados por el procés, pero la crisis alimenta las acusaciones de falta de independencia de ese organismo. - D.N.

El Post-it

Traiciones. Pese a que todo apunta a que la filtración del whatsapp de Ignacio Cosidó se produjo desde sus propias filas, el portavoz del PP en el Senado, recibió el aplauso del grupo parlamentario que dirige en la reunión celebrada con todos los senadores ayer previa al Pleno, en la que agradeció a sus compañeros de escaño el apoyo que ha recibido por la polémica tras la difusión del mensaje que les envió precisamente a ellos en defensa del pacto con el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial.