pamplona - La noticia de que UPN se sumará al frente de derechas liderado por Casado, Rivera y Vox no ha sorprendido a la mayoría progresista que en el Parlamento de Navarra forman Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, I-E y el PSN. De hecho, estas formaciones consideran por un lado que UPN no hace sino devolver el favor que le hicieron todas las fuerzas españolistas que le apoyaron en su marcha contra Zapatero de 2007, aquella manifestación que reunió a miles de personas en Pamplona bajo el lema Navarra no se vende y que fue costeada en parte con fondos públicos del Gobierno foral. Pero, en esta ocasión, las fuerzas del cambio y el PSN ven en el paso de UPN cierta debilidad de Esparza, que necesitará de todos los apoyos (también los de los antiforalistas de Ciudadanos y los de Vox, que aboga por una unificación jacobina del Estado que arrasaría el autogobierno) si quiere volver al Palacio de Navarra en mayo; y que lo hace además poniendo la guinda a una legislatura marcada por una oposición identitaria.

Preguntado ayer, Koldo Martínez (Geroa Bai) asumía sin sorpresa la noticia de que el frente de derechas contará con UPN. “Favor con favor se paga”, resumió, para recodar que los regionalistas devuelven al PP el apoyo prestado en 2007 “cuando UPN puso en marcha una iniciativa similar a la de ahora, pero contra Zapatero”. EH Bildu, por su parte, consideró que con este movimiento UPN “ha mostrado su verdadera cara”: su apoyo “a la oleada de autoritarismo y fascismo que últimamente se vive en el Estado español”; y su debilidad, ya que “ahora también busca el apoyo de partidos de extrema derecha con los que tiene mucho en común”.

Podemos en Navarra, a través de Mikel Buil, achacaba la participación de UPN en la marcha contra Sánchez a “la falta de proyecto” de Esparza. “Se va a sumar a la derechita cobarde con ese aquelarre ultra porque en realidad no tienen otro proyecto para Navarra que la subordinación al nacionalismo español”. Encaja esto con la “oposición autoritaria” que ayer consideraba Buil que ha hecho UPN durante toda la legislatura, y adelantaba que los regionalistas no tardarán “ni medio minuto” en “pactar con formaciones que en sus programas electorales llevan la abolición del autogobierno de Navarra.

Desde Izquierda-Ezkerra alertaban de la creciente “retórica provocadora y golpista” en la que está sumida la entente derechista, cuyos argumentos ya son compartidos por UPN, aseguran en un comunicado. Teniendo en cuenta cuál es la situación, I-E solicita a la ciudadanía “no caer en las provocaciones del frente ultra y seguir apoyando el diálogo democrático”.

También crítico se mostró el PSN, que sin embargo y pese a todos los desprecios que le ha hecho UPN durante la legislatura (este, el de participar en la marcha, sólo es uno más) todavía no descarta regalar sus votos al regionalismo para que gobierne Esparza. Chivite aseguró en un comunicado que Sánchez está buscando “soluciones serenas” mientras la derecha, “una vez más, prefiere la confrontación a la convivencia con el objetivo de lograr el poder aunque tenga que recurrir a las mentiras”.

esparza, encantado No obstante, muy raro iba a ser que UPN se quedase fuera de esta ola de derechas en auge. Con una formación que no despega en Navarra tras su batacazo de 2015, Esparza necesita aprovechar todas las ocasiones posibles para no perder comba con respecto a otras formaciones de derechas (PP, Ciudadanos, Vox) con las que tiene que competir en Navarra. Aunque eso implique una paulatina radicalización que Esparza, ansioso por llegar al poder como sea -y eso que es el adalid del no todo vale, esa manida expresión que realmente no dice nada-, no ve con malos ojos. “A mí no me incomoda estar con aquellos que entienden que España no se tiene que romper, que entienden que el independentismo es negativo y creo que eso lo suscriben miles de socialistas también”, zanjó ayer antes del pleno del Parlamento, cuando fue preguntado por compartir pancarta con Vox y Ciudadanos, abiertos antiforalistas. Esparza asumió como suyos los argumentos de Abascal, Rivera y Casado al decir que “al independentismo catalán ha llegado el momento de decirle hasta aquí, que llevamos años aguantando presiones y que esta gente no quiere llegar a acuerdos”. “Con el independentismo no se tiene que estar, no se puede acordar”, resumió.

Lógicamente, una postura idéntica mantuvo Ana Beltrán, presidenta del PP de Navarra. Beltrán tildó a Pedro Sánchez y Chivite de traidores a España, habló de chantaje inadmisible e hizo un llamamiento público a que “todos los navarros que quieren que Sánchez se vaya” acudan a Madrid. - D.N.

protesta por el juicio al ‘procés’

El día 17 en Donosti. La plataforma proderecho a decidir Gure Esku Dago presentó ayer un calendario de movilizaciones -que incluye una gran manifestación para el día 17 de febrero en San Sebastián y concentraciones el día 12, también en Navarra- para protestar contra el inminente juicio que va a comenzar contra el procés catalán. En una rueda de prensa, el portavoz Ángel Oiarbide anima a participar portando ropas y lazos amarillos porque se trata de un juicio que “vulnera los derechos fundamentales de los enjuiciados” y niega el derecho a la autodeterminación de los pueblos.