PAMPLONA. El administrador concursal de Davalor Salud, Miguel Ángel Álvarez, ha afirmado que "no podría decir aunque quisiera" si Sodena va a cobrar los créditos otorgados a Davalor, y que ascienden a 2,6 millones de euros.

Álvarez ha comparecido este martes en la comisión de investigación del Parlamento foral sobre las actuaciones de Sodena, en concreto en torno a Davalor Salud, y ha precisado que aceptó ser administrador concursal el 10 de julio de 2018 y que por tanto el conocimiento anterior de la compañía es documental y "no por conocimiento directo".

En su intervención, el administrador concursal ha indicado que, una vez finalizado el proceso concursal y en caso de continuar el proyecto, "si me preguntan si el Gobierno de Navarra podría intentar recuperar el préstamo, la respuesta es no en términos generales, salvo que el adquiriente sea una persona especialmente relacionada con el deudor".

Según ha explicado, "en el ámbito mercantil, la ley concursal lo que hace es exonerarle -a la compañía- de todas las deudas de la actividad anterior", salvo en la excepción mencionada.

El administrador concursal ha explicado, a preguntas de UPN, que en 2015 se aprecia que el fondo de maniobra de la compañía, es decir, la capacidad de la empresa de cumplir con sus obligaciones a corto plazo, era "negativo".

Ha explicado Álvarez que al dinero que prestó Sodena a Davalor se le dio "el destino que se pactó en el contrato de préstamo" y ha añadido que la empresa pública "exigió, por lo que se deduce del contrato, que ese importe fuera destinado a una serie de pagos".

Ha añadido que uno de los pagos fue a Davalor Consultoría, propiedad del promotor Juan José Marcos, al ser propietaria de una serie de patentes, cuya utilización está concedida a Davalor Salud, y "también están hipotecadas a favor Sodena". "Sodena tiene garantizado sus derechos de cobro con las patentes de Davalor Consultoría", ha indicado.

Se trata, ha dicho el administrador consultor, de una "compañía de desarrollo tecnológico" por lo que, ha continuado, que "gaste en desarrollo es lo propio". "Hasta que empiece la comercialización es lógico que incurra en esos gastos", ha indicado, para señalar que si se eligió ese formato para las patentes "supongo que sería para protegerlas, pero que vincularon al proyecto en el momento en que las hipotecaron para responder de los impagos de Davalor Salud". "Esas patentes podrán ser ejecutadas por Sodena si su préstamo resulta incobrado", ha apuntado.

Sobre el orden de cobro de las deudas, Miguel Ángel Álvarez ha indicado que los primeros son "los créditos contra la masa, los créditos con privilegio general -Hacienda y Seguridad Social- y trabajadores, créditos ordinarios y por último los créditos subordinados".

"MESES SIN COBRAR" Álvarez ha explicado que en julio de 2018, "la situación con la que nos encontramos es que los trabajadores llevan varios meses sin cobrar, por lo que una de las primeras medidas que impulsamos es un ERE de extinción de la práctica totalidad de los contratos de los trabajadores de la plantilla de común acuerdo; ni un euro de tesorería que gestionar y ninguna perspectiva de obtener ingresos porque la empresa no vende". "La situación es de espera de que llegara alguien y pusiera dinero", ha indicado.

Ha continuado, preguntado por si hubiera aparecido un prestamista que hubiera dado un millón de euros, que "un millón de euros hubiera sido totalmente insuficiente" porque "había una serie de deudas que había que afrontar sí o sí" y "esas deudas eran superiores a un millón de euros".

Ha manifestado Álvarez que las tres máquinas colocadas en ópticas "daban una cantidad recurrente a Davalor y hemos recibido recientemente unos 2.000 o 3.000 euros", pero ha indicado que la compañía no tenía ningún ingreso desde que "se produjo un corte eléctrico porque Davalor necesita para interaccionar con las máquinas de un servidor y medios tecnológicos, la situación es tan crítica que no pagan la factura de la luz y no se puede arrancar el servidor".

Ha precisado que "las máquinas no están funcionando" y que "los abogados de los ópticos que tienen instaladas esas máquinas, en Tudela y Cataluña, me llaman a mi para que las retiremos".