pamplona - Ciudadanos dio ayer un portazo a la posibilidad de pactar con el PSOE después de las elecciones generales del 28 de abril. Tras varias semanas tratando de jugar en el terreno de la centralidad política y presentando el pacto andaluz de las derechas con Vox como una excepción, Ciudadanos admitió ayer que su política de pactos tras las elecciones generales va a tener el mismo espíritu que el experimento en la Junta andaluza. Su secretario general, José Manuel Villegas, anunció con claridad que su apuesta es desalojar a los socialistas, que no apoyará al PSOE, y que “ningún voto a Cs servirá para que Sánchez sea presidente del Gobierno”. Ciudadanos se sitúa ya con nitidez en el espectro de la derecha, y disputa al PP de Pablo Casado la hegemonía dentro de las siglas conservadoras.

Villegas mencionó argumentos que para su partido serían causa de fuerza de mayor, como las supuestas cesiones del presidente Sánchez a los nacionalistas catalanes y su disposición a gobernar con quienes han planteado un desafío en Catalunya. Por ello, el veto a Sánchez se plantea como un cordón sanitario en torno a su persona, como sucedió con Susana Díaz en Andalucía, donde el desalojo se produjo por la trama de corrupción de los ERE, de ahí que no parezca que vaya de farol. En paralelo, no obstante, Ciudadanos mantiene que la política de pactos a nivel municipal y autonómico sigue abierta porque, en ese caso, no hay un veto expreso al PSOE como sigla y, de hecho, prefiere pactar de manera plural con los socialistas y con el PP para proyectar cierta centralidad. Ciudadanos diferencia entre los barones socialistas y la política estatal que dicta Sánchez. Por ello, no pactará con el presidente ni con el PSOE a nivel estatal si el partido sigue controlado por él. Sin embargo, Villegas sí dejó la puerta abierta a pactar en los municipios y autonomías.

Villegas quiso presentar el portazo a Sánchez prácticamente como una cuestión personal. Casi en formato de trabalenguas, dijo que no pactarán “ni con el PSOE ni con Sánchez” porque en este momento “Sánchez es el PSOE y el PSOE es Sánchez”. A partir de ahí, con tal de desalojar al presidente, cualquier alianza les parece justificada. A Villegas se le preguntó por Vox, y no hizo ascos a la posibilidad de contar con sus votos en una investidura.

La decisión de cerrar la puerta a los socialistas se tomó ayer en la ejecutiva por unanimidad y coloca a Ciudadanos con claridad en el bloque de la derecha. Este escenario tiene un efecto colateral: abocaría a Sánchez a repetir su alianza con los nacionalistas vascos y catalanes después de las generales. En las últimas horas se había especulado con un cambio de estrategia de Sánchez y con la opción de que buscara el respaldo de Ciudadanos tras su alejamiento de los nacionalistas catalanes, como piden algunos barones, pero el partido de Rivera descarta un acuerdo. Esto supone un viraje con respecto al pacto que sí alcanzó Ciudadanos con Sánchez durante la investidura fallida de 2016.

Con este anuncio, Rivera evita una fuga de respaldos hacia el PP como voto útil contra Sánchez y se lanza directamente a por la hegemonía de la derecha para disputársela a Pablo Casado. Esta estrategia deja ver que no pelea ya por el voto socialista o que, si lo hace, aspira a conseguir los apoyos de los críticos con la estrategia del presidente español presentándolo como un radical. El PSOE, por su parte, se ve reforzado en su mensaje de campaña: denuncia la fotografía conjunta del PP, C’s y Vox en la manifestación de Colón, y aspira a recuperar el voto que ha podido escaparse al partido naranja. “Ellos sabrán si se sienten más cómodos con los socialdemócratas o con los ultraderechistas”, respondió el ministro José Luis Ábalos.

El partido de Rivera no ha sido del todo fiable en lo que se refiere a sus declaraciones sobre los pactos tras las elecciones y habrá que ver cuánto de estrategia de campaña tiene esta advertencia. En el caso del popular Mariano Rajoy, también dijo que nunca llegaría a un acuerdo con él, y se acabó convirtiendo en su principal socio. No obstante, Villegas trató de presentar el veto a Sánchez como una decisión definitiva e irrevocable. La comparó con el desalojo de Susana Díaz en Andalucía, donde también cumplieron su amenaza de desalojarla. A juicio de Ciudadanos, se trataba de una situación excepcional por la necesidad de regenerar la comunidad autónoma. Ahora se habla de una crisis institucional y de la integridad de España. De ahí que el anuncio del veto a Sánchez sea verosímil. - D.N.

Acercamiento a UPyD. Ciudadanos está tratando de pescar a los referentes de UPyD para integrarlos en su partido, como ha sucedido con Maite Pagazaurtundúa en las elecciones europeas. La eurodiputada confirmó ayer que irá en las listas de la formación naranja en las próximas elecciones europeas del 26 de mayo y reconoció acercamientos entre Ciudadanos y UPyD de cara a estos comicios para defender “la unidad de España”. Sobre un pacto con Vox aseguró que su estrategia para Europa es aún desconocida.