pamplona - Las intervenciones de Mikel Aranburu en el Parlamento acostumbran a ser abrumadoras. Sin alzar la voz, recurre a los números para desmentir las falsas acusaciones de la oposición y de algunos poderes fácticos, que pretenden extender la idea de que Navarra es un infierno fiscal, pese a que la realidad demuestra lo contrario.

Al titular de Hacienda le correspondió ayer desmontar “con datos objetivos” la negativa valoración que la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN) hace de la política fiscal del Gobierno foral. Preguntado por esta cuestión por José Miguel Nuin (Izquierda-Ezkerra) en el pleno del Parlamento, Aranburu subrayó que las modificaciones tributarias introducidas en esta legislatura “no han agravado la situación de la fiscalidad de las rentas empresariales, sino al contrario, ya que se han introducido una serie de factores de ordenación en cuanto al ajuste de la cuota a las bases imponibles de los distintos sujetos pasivos”.

De entrada, Aranburu recordó que el 85% de las empresas en Navarra son cooperativas, micropymes o pequeñas empresas y todas ellas “tributan a tipos inferiores a los del Estado”. Y añadió que no solo han mantenido estos tipos bajos, “sino que en algún caso se han reducido”.

Tampoco pasó por alto “el importante catálogo de beneficios fiscales” que existe en Navarra, que “viene a costar 120 millones de euros anuales, que van a estas empresas, lo que supone un atractivo”.

242 millones por anticipo de iva Otro dato llamativo de las mejoras fiscales que el Gobierno del cambio ha introducido para favorecer a las empresas es el nuevo calendario de pagos y devoluciones de IVA y Sociedades, implantado por la Hacienda Foral hace un año, que reduce a la mitad los plazos hasta entonces fijados. Solo en 2018 ha supuesto “una inyección de liquidez 242 millones de euros” al sector empresarial de la Comunidad Foral.

Aranburu no tuvo inconveniente en reconocer que “las grades empresas que hay en Navarra, unas 700, tienen un tipo nominal más alto” que en el Estado, si bien precisó que “teniendo en cuenta la generosidad de los beneficios fiscales, hace que los tipos efectivos no sean altos”. “La prueba más evidente es que la recaudación por el Impuesto de Sociedades está en la mitad en términos de porcentaje sobre el PIB que en el Estado, por lo que todavía hay un margen de ventaja comparativa en la fiscalidad empresarial”, precisó.

700 empresas más Aranburu explicó que “en el año 2018 se han creado 800 sociedades nuevas, frente a la disolución de 100, un saldo favorable de creación de empresas de 700”. Y destacó que “el capital suscrito de las empresas ha aumentado porcentualmente más en Navarra que en el conjunto del Estado”. Otro dato que echa por tierra las acusaciones del supuesto infierno fiscal que hay en la Comunidad Foral.

LAS RENTAS DE TRABAJO José Miguel Nuin no solo agradeció las explicaciones del consejero, sino que aportó también otros números que demuestran que el discurso de la CEN “no se sostiene con datos objetivos”, que “las empresas pagan muy pocos impuestos” y que “la fiscalidad está sostenida por las rentas de trabajo”.

Prueba de ello es que antes de la crisis, en 2007, “se recaudaban 593 millones por Impuesto de Sociedades y 1.080 millones por IRPF”. En cambio, en 2017, “por Sociedades se recaudaron 256 millones y por IRPF, 1.283”. “La diferencia entre lo que se recauda por IRPF y Sociedades es de 1.027 millones cuando en 2007 era de 487”, expuso Nuin. Añadió que “esto no ocurre porque los beneficios empresariales se hayan hundido, ya que estamos creciendo al 3,2%, medio punto más que en España, sino porque mientras los beneficios empresariales están subiendo, la tributación no”.

Con estos números, Nuin pidió que “si la CEN no quiere pagar impuestos, que lo diga claramente y nos diga qué hospital quieren cerrar, y si esto es lo que quieren UPN y PP, que nos digan también qué hospital cerramos”.