pamplona - España, tradicional aliado de EEUU, ha dado un paso al lado ante la presión de Donald Trump a Irán. El Gobierno ha ordenado la retirada temporal de la fragata Méndez Núñez que formaba parte del grupo de combate encabezado por el portaaviones Abraham Lincoln que se dirigía a aguas próximas al Golfo Pérsico.

Un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación explicó ayer a la Embajada de EEUU en Madrid las circunstancias en que el Gobierno tomó la decisión de retirar la fragata del grupo de combate en el océano Índico. La ministra de Defensa, Margarita Robles, justificó la orden en una modificación de la misión de la Méndez Núñez, que participaba en un ejercicio previamente pactado, ante la escalada de tensión entre EEUU e Irán. Por eso, habló de una interrupción “provisional” de la participación del buque español en ese ejercicio y enmarcó la decisión en la “normalidad”. También el titular de Exteriores en funciones, Josep Borrell, sostuvo que no es algo para tomarse “a la tremenda”, en una situación complicada en esa zona del mundo. La ministra de Educación y portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, fue menos cauta y explicó que la retirada de la fragata se debe a la “cautela y prudencia” del Ejecutivo español ante la “imprevisibilidad” del presidente estadounidense.

La ministra de Defensa puntualizó que el cambio de misión del grupo de combate fue unilateral y no pactado con España. “Nosotros no le reprochamos en este momento al Gobierno de los EEUU que se haya salido del acuerdo que habían firmado (con España), sino que lo respetamos. Obviamente ellos deben respetar también que nosotros estemos estrictamente a los términos del acuerdo que firmamos”, defendió la ministra al ser preguntada por si teme un deterioro en las relaciones con EEUU, que prevé encargar 20 fragatas fuera del país.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, informó el pasado día 5 del despliegue del portaaviones y varios bombarderos en Oriente Próximo con el objetivo de contrarrestar “señales claras” de amenazas por parte de Irán en la región. Al ser preguntada si el Gobierno español discrepa de la nueva misión de EEUU y si teme que lleve a un conflicto con Irán, Robles dejó claro que España no tiene “nada que decir” sobre la decisión de EEUU de modificar la misión pactada hace dos años, algo que compete “exclusivamente” decidir a Washington y España lo respeta. Tampoco quiso desvelar si el Gobierno temió por la seguridad de los militares españoles.

El contingente, que incluye seis buques estadounidenses y un submarino, se dirigirá ahora hacia Irán y el estrecho de Ormuz, uno de los puntos más calientes del globo por el sabotaje a buques petroleros saudíes, y la fragata española, que se encuentra ahora en Mumbai, se reincorporará cuando el grupo de combate de EEUU retome la misión original: “conmemorar, celebrar el quinto aniversario de la vuelta al mundo” y la formación y certificación de la dotación española de la fragata. España, dijo Robles, es “un socio serio y fiable”. La titular de Defensa también contempla la posibilidad de que el buque español, con 215 tripulantes a bordo, cambie de destino y refuerce la lucha contra la piratería que lidera actualmente España, tras el repunte en la actividad pirata en las últimas semanas en el Océano Índico.

El ministro Borrell optó por la relativizar la importancia de la decisión de retirar la Méndez Núñez: “Claro que vivimos una situación complicada en esas zonas del mundo, no hay que tomárselo a la tremenda”, dijo. Además, aunque evitó dar detalles porque sería “entrar en arenas movedizas”, confirmó que el Gobierno ha calibrado las consecuencias que esta decisión puede tener para las relaciones con EEUU. Es más, explicó que la alta representante de la UE, Federica Mogherini, le dijo el lunes al secretario de Estado norteamericano, Michael Pompmeo, que la UE está “radicalmente en contra” de esa ruptura unilateral por parte de EEUU. Según Borrell, si Trump consigue que China, India y Turquía acaten sus advertencias extraterritoriales y dejan de comprarle petróleo a Irán van a poner a este país contra la pared “y eso es una mala noticia para los europeos”. Borrell dejó claro que si Irán se rearma nuclearmente “los primeros amenazados” son los europeos, así que harán “todo lo posible para que eso no ocurra”.

Estos sucesos coinciden con el cumplimiento del aniversario de la retirada de EEUU del acuerdo nuclear -que bloqueó todas las vías a la bomba nuclear iraní- y la reimposición de sanciones, momento en que Irán dijo ‘basta’ y anunció la reducción parcial de sus compromisos con el pacto, sin abandonarlo. Suficiente para que EEUU haya incrementado la presión añadiendo al despliegue bombardeos B-52 y el buque USS Arlington, con baterías antimisiles Patriot. - D.N.