Por la chistorra, las jotas de desagravio y las misas por el alma pecadora de Abel Azcona. Por el éxodo empresarial, el modelo económico de expropiación venezolana que iba a sacar de Navarra al 60% de las empresas, como dijo Taberna (Cámara de Comercio). Por los niños ornitorrinco de Skolae, el manto de rosas que Asiron quitó al Corpus y por Spiderman. Por ese haber ganado la guerra del 36, que decían Imbroda y Fernández Díaz (PP). Por los 3.000 millones "en bandeja de plata" que Esparza puso para el TAV; y por que Emilia Landaluce no deje de escribir nunca, nunca, por favor. Por ver al ejército norcoreano desfilar por el amable carril bici de Pío XII a las órdenes del almirante Chim Pon Chi, y luego cuadrarnos ante la Ertzaintza y la ikurriña. Porque ahora saludamos con good morning, porque no sabemos euskera. Por Yolanda Ibáñez (UPN) en primera fila de la foto de Colón. Por la economía que se cae al 3 y pico por ciento y el paro que galopa al 8%. Por Julio Pomés y por Civismo. Y por Federico, por Federico, y las termópilas navarras de Pedro J. Por ver al PSN en la pancarta y en el Parlamento con UPN y PP, día sí-día también. Por Sarría (CEN) y la reforma fiscal "bolchevique". Y otra vez por la chistorra. Esta legislatura ya se acaba, pero sólo por todos estos momentos ha merecido la pena. Gracias por tanto.