Pamplona - Navarra afronta hoy una jornada electoral decisiva. Cerca de medio millón de electores están llamados a la urnas para elegir el próximo Parlamento foral en una cita clave que marcará el futuro de Navarra los próximos cuatro años. Y en la que el cambio social y político iniciado en 2015 aspira a revalidar el mandato logrado entonces para evitar el regreso a los gobiernos de los 40 años anteriores. “Nos jugamos construir el futuro de Navarra o volver al pasado”, ha defendido durante la campaña la presidenta, Uxue Barkos.

Es además una cuádruple convocatoria. Junto al Parlamento, que deberá elegir después al Gobierno de Navarra, también se elige hoy la composición de los ayuntamientos y los concejos navarros, además del Parlamento europeo. Será el punto final a una larga campaña que se ha solapado con las elecciones generales del pasado 28 de abril. Y que salvo repetición o anticipo electoral, que con la fragmentación política actual tampoco sería descartable, abre un largo paréntesis sin elecciones a la vista, lo que debería servir para serenar el debate político y acometer los retos pendientes.

Salvo en aquellos 48 municipios donde solo concurre una única candidatura, no es fácil hacer un pronóstico electoral de lo que saldrá hoy de las urnas. La propia pluralidad política, y los posibles pactos postelectorales muestran un escenario muy abierto en muchas de las instituciones. En algunos casos es posible además que hoy queden sin una mayoría clara y pendientes de los acuerdos que se puedan dar en los próximos días. Porque esa será la gran pregunta a partir de mañana. ¿Quién va a pactar con quién? Y aunque la campaña ha aclarado algunas cosas, siguen siendo muchas las incertidumbres abiertas.

En el caso del Parlamento, las cuatro fuerzas que apoyaron el cambio de Gobierno y desalojaron a UPN del poder en 2015 han mostrado su voluntad de continuar trabajando juntas. Si Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra logran esta noche 26 escaños, volverán a formar una mayoría de Gobierno en torno a un nuevo acuerdo programático. Y aunque estos días han dejado entrever algunas diferentes, la campaña ha mostrado que sigue habiendo confianza y cohesión suficiente como para mantener el cuatripartito cuatro años más.

A partir de ahí, son muchas las posibilidades si las cuatro fuerzas del cambio no logran la mayoría. En ese caso, habrá varias opciones, pero en todas el PSN tendría un papel central. Y los socialistas no han llegado a aclarar del todo su postura. Su candidata sí ha dejado claro que no facilitarán la presidencia de Javier Esparza (Navarra Suma), y que su apuesta es trasladar a Navarra los pactos que el PSOE está buscando en Madrid con Podemos. Una combinación que no dará mayoría por lo que sería necesario abrir los futuros acuerdos a otras fueras, bien por la izquierda, o bien por la derecha. Y ahí el PSN ha dejado todas las puertas abiertas. “Si es con mi programa me da igual quién me haga presidenta”, apuntó Chivite durante la campaña, argumentando que no se puede rechazar ningún voto, tampoco el de Vox.

Una posición deliberadamente ambigua que los socios del cuatripartito han interpretado como la prueba de que piensa someterse a la investidura con los apoyos de la coalición de derechas. Una posibilidad muy bien vista en sectores importantes de Navarra, algunos con mucha influencia, y que el PSN de momento ha preferido no descartar.

Sí lo ha hecho el candidato Navarra Suma, que ha insistido en que no facilitará esa operación, y que ha reclamado el apoyo socialista para garantizar un gobierno “constitucionalista”, apelando a la colaboración institucional que ambos partidos han mantenido históricamente en Navarra. Y de la que se va a hablar mucho en los próximos días si finalmente Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E no alcanzan la mayoría absoluta. Tanto en Navarra como en Madrid, donde algunos menos ya han fijado su interés en lo que pueda ocurrir en la Comunidad Foral. “El 26 de mayo donde más nos jugamos en toda España es en Navarra”, advertía durante la campaña el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.

Todo por lo tanto queda a expensas de lo que pueda ocurrir hoy en las urnas. También la posible entrada de la ultraderecha en el Parlamento autonómico por primera vez. Reflejo de la pluralidad social y política de Navarra, y que augura una intensa y emocionante noche electoral. Así como un resultado incierto y previsiblemente ajustado que no se conocerá hasta bien avanzada la noche.