berlín - La confesión del neonazi Stephan Ernst del asesinato del político alemán Walter Lübcke, anunciada ayer por el Gobierno, afianza la vinculación del crimen con la ultraderecha y refuerza como móvil el rechazo del autor a la política oficial de acogida a refugiados.

Las autoridades alemanas dijeron que siguen investigando las circunstancias y la motivación del asesinato de Lübcke, pese a que por sorpresa se conoció que Ernst confesó la autoría del crimen.

El ministro del Interior, Horst Seehofer, informó de que Ernst había confesado, tras comunicarlo en una sesión a puerta cerrada de la comisión de Interior de la Cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag), pero las dudas persisten y hasta se multiplican a pesar de la revelación.

“El fiscal general nos ha informado de que el presunto asesino ha confesado”, dijo Seehofer a la prensa, ante la que aseguró: “Nos alegramos de ese éxito”, pero “las investigaciones no han terminado. Tenemos que seguir trabajando para determinar si hubo cómplices”.

Ernst, de 45 años y conocido en círculos neonazis de Hesse (centro), fue detenido el pasado 17 de junio y la Fiscalía Federal anunció entonces que investigaba como “acto ultraderechista” el asesinato de Lübcke, un defensor de la acogida de refugiados que murió de un tiro en la cabeza cuando se encontraba en la terraza de su chalet en Wolfhagen-Istha, junto a Kassel (oeste del país).

caso lübcke En la sesión de hoy de la comisión de Interior, dedicada exclusivamente al caso Lübcke, participaron, además de Seehofer, el fiscal federal, Peter Frank; el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Thomas Haldenwang, y el presidente de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), Holger Münch.

Lübcke, perteneciente a la Unión Cristianodemócrata, el partido de Angela Merkel, se había convertido en una figura odiada por la ultraderecha por su actitud en defensa de los refugiados.

En 2015, Lübcke había respondido a insultos durante un acto diciendo que quienes no compartían ciertos valores humanitarios estaban en libertad de dejar el país; hoy medios alemanes aseguran que como motivo de su acción Ernst citó aquellas declaraciones del político alemán. - Efe