Biarritz - La imprevisibilidad de Donald Trump a golpe de tuit no fue el único elemento explosivo de la cumbre: el estreno del nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, contribuyó a polarizar las posturas en uno de los temas principales de la agenda, el brexit. Johnson se enzarzó en un combate de declaraciones con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en el que trataron de responsabilizarse mutuamente sobre la posibilidad de que el Reino Unido salga de la UE sin acuerdo.

Tusk se mostró “dispuesto a escuchar” las ideas del primer ministro británico para un brexit acordado, siempre que estas sean “operativas, realistas y aceptables para todos los Estados miembros, incluida Irlanda”. “Espero que Johnson no quiera pasar a la historia como Mr. No Acuerdo”, dijo con sorna a la prensa antes de reunirse por primera vez con el líder británico en una entrevista al margen de la cumbre del G7.

Boris Johnson insistió por su parte en que Bruselas debe “librarse de la salvaguarda” irlandesa a fin de alcanzar un acuerdo del brexit. Se trata de una herramienta diseñada para evitar una frontera física entre las dos Irlandas, que a juicio del dirigente conservador podría socavar el proceso de paz en Irlanda del Norte. El Ejecutivo de Johnson defiende que si se elimina esa cláusula, sería posible que el Parlamento británico aprobara un acuerdo para el brexit, que se ejecutará el próximo 31 de octubre de manera abrupta a no ser que se realicen progresos.

A su llegada a Biarritz, hizo unas declaraciones desde el avión para responder a Tusk, quien previamente se había mostrado receptivo a escuchar sus ideas. En respuesta a Tusk, el británico sugirió que en el caso de que ambas partes no lograran alcanzar un acuerdo no solo sería responsabilidad de Londres. “He dejado absolutamente claro que no quiero un brexit sin acuerdo. Pero les digo a nuestros amigos de la UE que si ellos no quieren un brexit sin acuerdo, entonces debemos librarnos de la salvaguarda irlandesa del tratado”, apuntó. - D.N.