¿Cómo valora la convención?

-Estoy contento porque ha servido a los objetivos, que era volver a fijar con claridad la línea política del PP del País Vasco. Es cierto que queríamos hacer algo de ruido, pero quizá hemos hecho demasiado. Nos ha sorprendido un poco, por circunstancias que eran ajenas a la idea de la convención, que era remarcar que nuestro proyecto es un proyecto nacional, pero con una voz propia porque el País Vasco es distinto. Tenía mucho interés por que eso fuera respaldado por la dirección nacional. Lo ha hecho Pablo Casado y como venimos de un contexto de polémica, ha sido muy emocional. Bien está lo que bien acaba.

Entiendo que da por recibido el respaldo “claro” que había pedido el pasado viernes ante las palabras de Álvarez de Toledo. ¿Ha sido desautorizada?

-Yo no digo que se desautoriza a nadie, sino que se nos apoya a nosotros. No pido que sean como nosotros, somos como somos y pido que se comprenda y se nos apoye. Yo no voy a cambiar, vamos a seguir defendiendo esto. Sé que en algunos lugares del resto de España es difícil explicarles qué es la foralidad vasca, el Concierto Económico? pero creo que Casado lo entiende.

¿Qué pensó cuando oyó las declaraciones de Álvarez de Toledo?

-Pues pensé que estaba en EsRadio, pero yendo más al fondo de la cuestión, también pensé que a veces nos explicamos mal, porque es una cuestión que a lo mejor no se conoce tanto. Que los derechos históricos no están en la Constitución dijo, y en seguida le puse un mensaje con la disposición adicional primera. ¡Cómo no van a estar! Pensé que tenemos que hacer un esfuerzo muy grande de explicación de lo que significa eso, de cómo la idea que es viable en España es la que respeta esas diferencias y las acoge. La idea para un proyecto común con un nexo de unión en el País Vasco, donde ha sido y es tan difícil convivir, también gira en torno a la defensa de esas ideas y la foralidad. No me sorprendió mucho, porque hemos vivido esa incomprensión muchas veces, pero me pareció que era muy duro si venía de la dirección del partido. Muchas veces hemos tenido diferencias con otras personas del resto de España, pero siempre habíamos tenido el respaldo claro del partido y del Gobierno. Creo que tenemos una tarea pendiente con Cayetana Álvarez de Toledo.

¿Le respondió Álvarez de Toledo al mensaje?

-Bueno, me envió un mensaje con que mucho ánimo y que fuera bien la convención. Aquí lo que ha enfadado a mucha gente es que cuestionara el compromiso moral del PP vasco...

Precisamente, hubo asistentes al acto de ayer que criticaron que, más allá de la foralidad, Casado no entrara más en esta cuestión.

-Sí hizo una reivindicación. Arrancó diciendo “yo soy del PP vasco”. Eso gustó. Hubo un cambio entre la entrada del discurso, un poco más fría, y la salida, que fue cariñosa y que la gente la agradeció.

¿En qué consiste el nuevo perfil del PP vasco?

-Quiero una alternativa al nacionalismo que sea profundamente vasca. Estamos para construir una sociedad más abierta y decirle a la gente que confíe en nosotros, que tenemos ideas claras, que queremos hablar con ellos y escucharles. Que si piensan igual, voten al PP. Toda esa gente que piensa de forma muy parecida a nosotros y votan a otras opciones. Si votas a otra opción como mal menor, sacarás un mal menor para tus intereses, no defenderá lo que crees, sino otra idea. Nuestro problema es una fuga de votos al PNV, porque los partidos nuevos de centroderecha son muy pequeñitos aquí, no conectan, no entienden de la foralidad o quieren suprimir la España de las autonomías. Queremos ser alternativa a la vasca al PNV.