madrid - La convocatoria de cuatro elecciones generales en solo cuatro años, además de las correspondientes autonómicas, municipales y europeas, ha supuesto para los partidos un gasto extraordinario. Ese desembolso, unido a los errores de cálculo o expectativas no cumplidas -el PP, por ejemplo, pasó de 137 a 66 diputados- han complicado mucho la situación económica de las formaciones políticas.

Según informaba ayer El País, los principales bancos acudieron a la CNMC para tratar de repartirse por cuota de mercado los préstamos que solicitaban los partidos, pero ante la negativa de Competencia, las formaciones políticas recurrieron a otra vía: el Instituto de Crédito Oficial (ICO). El Instituto les prestó dinero para las campañas de las elecciones generales, operación que repitió, según una portavoz, en los comicios del pasado mayo. Según las entidades, en abril el banco público aportó una cantidad significativa del total: unos 40 millones. Hasta entonces el ICO nunca había prestado dinero a los partidos. Las funciones de este organismo, según su web, son “promover actividades económicas que contribuyan al desarrollo del país y a la mejora de la distribución de la riqueza nacional”.

Fuentes del PP señalan, según El País, que acudieron al ICO al percibir la reticencia de los bancos a facilitarles las cantidades que solicitaban. La institución les puso como condición (además de contar con representación parlamentaria) disponer del préstamo de una entidad privada. El dinero, según fuentes del organismo público, se prestó en condiciones de mercado y se hizo de acuerdo a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General y como anticipo de las subvenciones previstas para los partidos.

El ICO financió 363.073 euros de la campaña del PSOE en las elecciones de abril, señalan fuentes del partido, informa José Marcos. El techo de gasto en la campaña socialista de las generales era de 14,5 millones, aunque gastaron 9,4 millones. El partido consiguió otros 2,45 millones con microcréditos. En el PSOE valoran la opción, inexistente hasta este ejercicio, de financiarse a través del ICO. Insisten en que para acceder a la línea de crédito les exigieron garantías y aseguran que les prestaron dinero a un interés ligeramente por encima del mercado.

banco popular La financiación de las campañas estaba resuelta hasta que quebró el Banco Popular, la entidad que se ocupaba fundamentalmente de los partidos. Al ser absorbida por el Santander, la entidad presidida por Ana Botín se negó a asumir ese papel. Además, si algunos bancos no dan créditos, los que sí están dispuestos a hacerlo reciben más presión de los partidos. Todos los bancos consultados coinciden en que prestar a los partidos es molesto e incómodo. No solo porque tienen fama de ser malos pagadores, sino por las implicaciones que conlleva. “Además”, añade un responsable de riesgos, “no son organizaciones con las que te puedas enfadar”. - D.N.