- El Gobierno español volvió ayer a lucir el mando único con vistas a pilotar la desescalada y vuelta a la nueva normalidad en la que ya se están situando el propio Ejecutivo de Pedro Sánchez y los gobiernos autonómicos y municipales. Tras abrir el puño en los días anteriores para conceder más protagonismo a los territorios en esa nueva fase, ahora vuelve a avisar que la última palabra la tiene el ministro de Sanidad y que cualquier decisión hacia el final del confinamiento tendrá que tener su visto bueno. El papel de las comunidades será realizar aportaciones a través de los canales abiertos entre las distintas administraciones.

El propio ministro Salvador Illa confirmó su intención de "dirigir" todo el proceso de transición en el levantamiento de las restricciones hasta alcanzar la llamada nueva normalidad, si bien tendrá en cuenta las aportaciones que le hagan llegar las comunidades autónomas, a las que quiere conceder un papel relevante pero no determinante en esta nueva fase que podría iniciarse a partir de la segunda quincena de mayo. Este método de trabajo no es compartido por los Gobiernos vasco y catalán ni tampoco por algunos ejecutivos autonómicos del PP e incluso alguno del PSOE que tienen sus propios planes para la desescalada.

En la comparecencia posterior al Consejo de Ministros en el que se aprobó una nueva prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo inclusive, Illa descartó que el Gobierno español esté pensando en ceder el mando a los Ejecutivos autonómicos para la toma de decisiones en la desescalada, lo que apunta a que el estado de alarma se extenderá más allá del 10 de mayo, cuando vence la última prórroga. En realidad, el presidente Sánchez ya avanzó el pasado 4 de abril de que habría "sucesivos estados de alarma", un periodo en el que las restricciones se irían levantando de forma gradual.

El Ejecutivo de Sánchez pretende trabajar con las comunidades autónomas la definición de los marcadores que permitirán identificar qué lugares están en condiciones de ir levantando de manera gradual las medidas de confinamiento y restricción de los desplazamientos y actividad comercial.

La salida escalonada del confinamiento será asimétrica por comunidades, pero también por provincias o ayuntamientos. De este modo se permitirá a unos municipios avanzar hacia la vuelta a la normalidad más rápido que otros en base a dos marcadores: la evolución de la pandemia y la curva de contagios y la situación de los hospitales.

También subrayó que por primera vez en la evolución de la epidemia en nuestro país los datos sanitarios confirman que España está ya doblegando la curva y ha dado especial relevancia a que el número de altas haya superado al de nuevos contagiados.

Aun así, ha recordado que seguimos en fase de confinamiento si bien recordó que a partir del domingo él estará habilitado para dictar ciertas medidas de alivio en el encierro, como la que permitirá desde el domingo que los niños menores de 14 años puedan salir a la calle. No obstante, aclaró que todavía no está en condiciones de adelantar ninguna otra medida eventual de alivio aparte de la de los niños.

El Gobierno Vasco reivindica poner en marcha medidas propias y cuenta ya con el llamado Plan vasco de transición a la nueva normalidad, que prevé implantar a partir de la segunda quincena de mayo con la apertura "limitada" de pequeños comercios y peluquerías, pero no de bares, restaurantes ni locales de ocio. Una vez que los menores de 14 años puedan salir desde este domingo, su objetivo es autorizar el deporte al aire libre individual y por tiempo limitado, e ir incorporando al personal de la administración pública.

Por su parte, la Generalitat de Catalunya reclama gestionar su desescalada, un plan que aprobará previsiblemente hoy y que contempla una apertura en cinco fases y test masivos, abriendo la puerta a la creación de un certificado de inmunidad, aunque sobre este último punto discrepan los socios de gobierno.

Canarias cuenta con el plan más detallado, con un desconfinamiento paulatino ante la baja incidencia de la pandemia (la menor de España) y la ventaja de la insularidad.

"No hay datos que indiquen que puedan tomarse más decisiones de desescalada"

Ministro de Sanidad