- Un año de infarto. Entró al Gobierno de Navarra con unas cuentas forales en alza y unos datos macroeconómicos favorables; doce meses después, el PIB ha sufrido la mayor caída registrada nunca, y se prevé un agujero de 1.000 millones de euros en las cuentas del Ejecutivo. La presidenta foral María Chivite compareció ayer en el Palacio de Navarra para valorar su primer año de Gobierno, un curso que lejos de cerrar ningún escenario, abre una puerta difusa a un terreno difícil de transitar. La incertidumbre generada por la pandemia marca la agenda del Ejecutivo foral.

El estado de alarma impuesto a raíz de la situación epidemiológica fue un “parón autoimpuesto” que, en opinión de Chivite, tenía el objetivo de preservar la salud de los navarros. Ahora llega la crisis, pero la presidenta mantiene que la Comunidad Foral podrá salir en firme de esta situación: “Nuestra Comunidad venía con buenos indicadores económicos, unos mimbres que reflejan de las posibilidades que tiene Navarra para afrontar esta crisis si el sector público y el privado son capaces de remar en la misma dirección”. Por ello, Chivite defiende para el Ejecutivo foral una estrategia financiera basada en la capacidad de endeudamiento: “No podemos plantear esta crisis en términos de ganadores y perdedores, como pasó en recesiones anteriores”.

Aspiraciones aparte, el Ejecutivo depende del contexto político del Parlamento para desplegar su programa. “Somos un Gobierno que nació en minoría política, pero dispuesto a buscar una mayoría social”, aseguró Chivite. El Ejecutivo ha tenido que lidiar con la necesidad de pacto con las formaciones de la oposición. La presidenta reconoce que Navarra no tiene mayorías absolutas de ningún espectro político y que “solo en el acuerdo entre diferentes se puede llegar a entendimientos que hagan avanzar a la Comunidad Foral”. En este sentido, en palabras de Chivite, el Ejecutivo ha desarrollado un modelo inclusivo de gobernanza: “Mantenemos un diálogo abierto a los actores que tengan algún contenido que aportar a las políticas, porque es una información útil e imprescindible en tiempos difíciles como éste”.

Sobre ese mensaje, Chivite sacó pecho de las iniciativas aprobadas hasta ahora. “Todos los proyectos de ley y decretos que este Gobierno ha presentado en el Parlamento se han aprobado, entre ellos los de las medidas extraordinarias para hacer frente a la crisis de la covid-19”, afirmó. También explicó que el pacto de gobierno firmado hace doce meses establece la innovación, digitalización, transición ecológica y cohesión territorial como pilares básicos de la actuación gubernamental, una dirección que ratifican las prioridades fijadas en Europa para la recuperación pospandémica.

Precisamente, Europa fue objeto prioritario del discurso de Chivite. Avanzó que, de cara al nuevo curso, el Ejecutivo pretende intensificar las relaciones con Europa y exponer los proyectos del Plan Reactivar Navarra para atraer a la Comunidad Foral las ayudas aprobadas en Bruselas. La presidenta quiere que Navarra construya un perfil propio en las relaciones multilaterales de la Unión Europea.

Con todo, Chivite se aventuró a hacer previsiones alentadoras. Será, en su opinión, un año de aprendizaje que permitirá a la comunidad pisar el acelerador de la transformación económica. “Las inversiones nos permitirán avanzar posiciones entre las regiones europeas, y ser una punta de lanza en innovación y sostenibilidad”, aseguró. Sin embargo, en respuesta a las preguntas de los periodistas, la presidenta foral no aclaró las dudas sobre posibles recortes a futuro: los fondos para cubrir el agujero en las cuentas públicas aún están por zanjar. Así, el fantasma de otra ola epidémica mantiene el nubarrón sobre el segundo año de la X Legislatura.

Mejoría comunicativa. Una de las funciones claves de la presidencia, en permanente exposición pública, es la comunicación. La comparecencia de ayer de María Chivite en la sala de prensa del Palacio de Navarra, evidenció el avance en sus habilidades comunicativas tras 12 intensos meses en el Ejecutivo. Comparando con sus primeras ruedas de prensa, que eran correctas, mostró el poso ganado durante estos 12 intensos meses, con un aspecto más relajado y seguro que en sus inicios en la presidencia, un mayor cuidado de su comunicación no verbal, y un tono de voz coherente con la voluntad de transmitir confianza y tranquilidad a la sociedad navarra.