- "Me callé en su día. Ya no lo volveré a hacer. No es ningún secreto la situación interna de mi Partido. Demasiada tensión acumulada. La he pagado con mi salud. Un año de baja médica. Nadie debería pasar por esto. Es inhumano". Un hilo en Twitter de la coordinadora de Eusko Alkartasuna en Navarra reveló ayer la crudeza del conflicto latente en el partido fundado en 1986 por Carlos Garaikoetxea, que pasa por una severa crisis, y que lejos de apaciguarse vive nuevos episodios. Miren Aranoa, desde hace un año aquejada de problemas de salud que enmarca en la dureza de las desavenencias que aquejan al partido, denuncia "faltas de respeto muy considerables" y haber "aguantado muchísimo, lo que no se debería". Dentro de un proceso paulatino de recuperación de la salud, cuenta que se ha reincorporado en este inicio de curso a su plaza pública de maestra de Escuela en Navarra, y recuerda su reciente renuncia al acta de paralmentaria en la cámara foral. De hecho, hace escasos días, el 7 de septiembre, la abogada Arantxa Izurdiaga le sustituyó como parlamentaria de EH Bildu. Un relevo que hizo que Eusko Alkartasuna perdiera uno de sus dos únicos escaños.

Aranoa personalizó ayer su denuncia en Eba Blanco "y su sector", y acusó a Blanco de "echar de la Ejecutiva Nacional" a su sustituta, Ainhoa Arano aduciendo que Aranoa ya está recuperada al reintegrarse a su plaza de funcionaria. La exparlamentaria respondió ayer en el mismo hilo de Twitter: "Saben que debo cuidarme e ir poco a poco". Y añadió que "esta vez" no va a guardar silencio "ante agresiones, acosos y falta de humanidad de cierta gente. Está vez no me voy a callar. ¡Ya basta! No todo vale, ni en política ni en la vida". Palabras que encontraron la solidaridad entre otros del líder del sector crítico, Maiorga Ramírez, parlamentario foral, hasta ahora compañero de bancada de Aranoa.

Este último episodio aflora tras un verano convulso. En julio, el juzgado de primera instancia de Gasteiz dio la razón al sector oficial de EA y no vio irregularidades en las primarias, desestimando así la demanda del sector crítico que pedía la nulidad del proceso de elección de Eba Blanco. Un mes más tarde se dio a conocer que ese mismo sector crítico, liderado por Ramírez, y en el que se encuadra el exlehendakari Carlos Garaikoetxea recurría la sentencia, y los oficialistas se mostraban "avergonzados" y acusaban a los críticos de sacarse "de la chistera acusaciones de irregularidades".

El proceso en los tribunales se inició después de que Ramírez y los coordinadores de Araba, Gipuzkoa y Navarra, denunciaran que la Ejecutiva Nacional había denegado el acceso a todos los datos de los afiliados. Un tema en principio más técnico que ideológico, si bien también encierra diferencias estratégicas, especialmente por el encaje -o la absorción, según los críticos- de Eusko Alkatasuna en la coalición EH Bildu.