- El Gobierno de Navarra lo tiene claro: para negociar los Presupuestos de 2021 va a haber que desterrar estrategias partidistas que no aporten en momentos de pandemia. Así lo expresó ayer el vicepresidente primero del Ejecutivo, Javier Remírez, en la rueda de prensa posterior a la sesión semanal del Gabinete de Chivite. Se trató de la primera reacción desde Palacio después de que el martes por la tarde arrancaran las negociaciones presupuestarias con los grupos de oposición, encuentros que estuvieron marcados por el veto que puso encima de la mesa Navarra Suma -que dice que se abstiene a cambio de que EH Bildu no condicione las Cuentas- y por la voluntad de acuerdo que mostró EH Bildu, que dijo ver sintonía en el Gobierno en varios aspectos concretos, como podría ser la fiscalidad. Por eso, la llamada de Remírez a “desterrar estrategias partidistas” sonó como una respuesta al ultimátum planteado por Javier Esparza, cuya oferta no deja de ser un caramelo envenenado: la tentación de poder sacar adelante los Presupuestos con un aparente apoyo gratis no esconde sino un intento por erosionar a los socios de Chivite.

Una trampa en la que parece que no va a caer el Ejecutivo, que además ha aprovechado el ultimátum para ganar espacio en la centralidad. Remírez, consciente de que es un momento dulce para el Gobierno -con socios consolidados y posibilidades de pacto a izquierda y derecha-, se dedicó a paladear la situación. “Estamos en un momento muy inicial del diálogo, y buscamos el máximo grado de consenso posible, si es posible la unanimidad ante una situación extraordinaria”. El Gobierno es consciente de que es casi una utopía, y que la oferta de Navarra Suma es una trampa. Pero mientras la derecha siga en ese papel el Ejecutivo podrá apelar al consenso y luego señalar a Esparza como responsable de no lograrlo si se termina desmarcando, algo que Geroa Bai, por ejemplo, vaticina que acabará ocurriendo. “Todo aquel grupo que se quiera alinear en ese camino será bienvenido, y toda posición que vaya encaminada a lograr la aprobación presupuestaria también será bienvenida”, dijo poco antes de calificar como “una buena noticia” que EH Bildu considerara que hubo buen ambiente en el encuentro del martes.

A diferencia del año pasado, antes de ayer sí que ambos grupos de la oposición trasladaron propuestas al Gobierno. Remírez no quiso dar información sobre ellas, y contestó cuando fue preguntado por este periódico que se encuentran evaluando todos los documentos. Los soberanistas le entregaron una propuesta fiscal moderada que está siendo objeto de estudio, pero Remírez prefirió mandar un mensaje más global y, otra vez, más centrado. “Todo lo que tiene que ver con el mapa fiscal de los ingresos irá encaminado a la recuperación económica y la creación de empleo”, insistió en varias ocasiones, poco antes de dejar una frase de la que pueden sacarse conclusiones. “Demasiados vaivenes bien de reducción de impuestos o crecimiento excesivo no es la fórmula adecuada”, dando a entender que procurarán buscar un término medio.

“Todo lo que tiene que ver con los ingresos estará orientado a la recuperación económica y el empleo”

Vicepresidente del Gobierno