- Una novedad con respecto al año pasado radica en que el Gobierno aprobó ayer, de la mano del anteproyecto de Presupuestos, el paquete de medidas fiscales para 2021. Una planteamiento mixto que alterna retoques mínimos que proporcionarán más ingresos propios con medidas de alivio para quienes peor lo han pasado en la pandemia, como pymes y autónomos. El paquete, que podría denominarse moderado, es un término medio entre lo que pedía Navarra Suma -no tocar absolutamente nada- y EH Bildu -que abogaba por reforzar ingresos propios-, pero se parece más al de los soberanistas, al menos en la parte relativa a la revisión de las bonificaciones a empresas. Pero, para el Gobierno, "no es momento de hacer subidas generalizadas" ni de poner en riesgo el sostenimiento de los servicios públicos. "Mi cometido es defender un buen presupuesto y una buenas medias fiscales para superar la actual situación", subrayó Saiz. Algunas medidas concretas son la supresión del impuesto de actividades económicas (IAE) para pymes y autónomos y la supresión de la tributación por módulos. En el primer caso, Saiz concretó que la exención es para facturaciones inferiores al millón de euros y "se compensará" a los ayuntamientos por esta merma en sus ingresos, mientras que en el caso de los módulos dijo que se sustituirá por un régimen de estimación directa especial. Se trata de dos medidas que a su juicio "darán un impulso a los trabajadores autónomos de Navarra".

Ambas medidas entrarán en vigor en enero. Como los límites de deducción en los planes de pensiones, que sufren una serie de variaciones mínimas. El límite baja de 6.000 a 5.000 euros para las aportaciones individuales de mayores de 50 años y de 3.500 a 2.000 para los menores de esa edad, mientras que suben hasta un límite adicional de 5.000 euros las aportaciones empresariales.

El proyecto de ley incluye además una simplificación de la deducción por creación de empleo, la prevalidación en el incentivo fiscal audiovisual y, en materia de lucha contra el fraude, la aplicación de medidas de control tributario, la prohibición de las amnistías fiscales y del software de doble uso, y medidas de control tributario sobre monedas virtuales. Medidas que caminan en la dirección de la propuesta de EH Bildu, aunque quizá con más lentitud que la que quisieran los soberanistas.