Bakartxo Ruiz Jaso (Pamplona, 18 de agosto de 1977) lleva semanas en los papeles. En los de los periódicos navarros, e incluso en los de los artistas callejeros, que escenificaron con su imagen y la de la presidenta Chivite -fundidas en un beso- el acuerdo que el Gobierno ha alcanzado con EH Bildu para los Presupuestos de 2021. Han sido semanas de negociación pormenorizada, de discrepancias y puntos en común, y que han transcurrido con el telón de fondo de una derecha que ofrecía una abstención gratis a cambio de vetar a los soberanistas. Una trampa en la que no cayó el Ejecutivo y que no amilanó a EH Bildu, que ve a Navarra Suma en una deriva “dantesca” y “muy alejada de las prioridades de la ciudadanía”. Pero lo importante, para Ruiz, no es eso. Es consolidar una alternativa de izquierdas para Navarra que ahora tiene 30 escaños de los 50 del Parlamento, y que puede garantizar “un nuevo espacio político” para muchos años.

Hay Presupuestos para 2021. Con ustedes. ¿Cómo ha vivido estas semanas de negociación?

-Ha sido intenso. Pero al final habrá Presupuestos, y con una mayoría alternativa a la derecha. Es una buena noticia que el Gobierno no se haya dejado arrastrar por los cantos de sirena de Navarra Suma, que solo pretendía fracturarlo. La derecha quería que el PSN se sometiera otra vez a sus políticas, lo que ha hecho durante décadas. Y para nosotros, desde una perspectiva que busca que no vuelva el régimen, esta es una buena noticia.

¿Ha sido más fácil o más difícil que en 2020?

-Ha sido diferente. La pandemia lo ha condicionado todo, y la táctica de Navarra Suma sí ha podido generar cierta tentación en una parte del Partido Socialista. Pero lo que cuenta es el resultado final.

De sus palabras se deduce que hay varias facciones en el PSN, y que se ha terminado de imponer la que ve en la izquierda una alternativa.

-Ha prevalecido una posición que creo que ahora es mayoritaria en el PSN, que es la de hacer mayorías alternativas a la derecha. Porque saben que electoralmente y políticamente el sometimiento a la derecha en Navarra sale caro. Hay una mayoría del Partido Socialista que está buscando ser parte de un nuevo espacio en Navarra que tiene ahora mismo 30 parlamentarios.

¿Esta pugna en el PSN ha sido un obstáculo?

-El obstáculo ha sido la poca ambición y valentía del Gobierno a la hora de dotarse de herramientas fiscales propias. Es que no es momento de parches. Hay que dar pasos estructurales en el camino a una transformación del sistema. Nos hemos puesto de acuerdo en unos mínimos, pero a lo largo de este y los próximos años, va a haber que abordar debates más estructurales en gastos e ingresos. Eso lo sabe el Gobierno.

De alguna manera, ¿este acuerdo también manda un mensaje al Gobierno para que vaya haciendo cambios más rápido?

-Hemos dicho que estos Presupuestos no son un final. Son un paso más en la buena dirección, pero queda un recorrido largo. Se tiene que apostar por un cambio y una transformación en el sistema.

¿La fiscalidad sigue siendo un punto de discrepancia importante?

-Sí. No estamos en contra de los pequeños pasos que se han dado, pero creíamos que era el momento de acometer medidas más estructurales. Tenemos que abordar el debate por pura necesidad, eso lo sabe el Gobierno. La merma de ingresos no se va a poder paliar con un mayor endeudamiento ni con los fondos europeos. Hace falta que a medio y largo plazo se garantice una recaudación suficiente. Es un debate inaplazable.

¿Qué dice el Gobierno de Navarra de esto?

-Que no se cierran a la posibilidad, pero que no es el momento por la incertidumbre de la situación económica.

Si se discrepa en fiscalidad, ¿en qué se coincide para aprobar estos Presupuestos?

-Coincidimos en las prioridades generales, en que no podía haber recortes, que el incremento de techo de gasto tenía que ir a Educación, Salud y Derechos Sociales, que lo público tenía que prevalecer.

¿Cuándo se logra el acuerdo?

-La víspera del anuncio. Ni antes ni después. Y llega después de haber garantizado algunos puntos del acuerdo para el futuro.

¿Qué margen va a haber para las enmiendas parciales?

-Hemos llegado a un acuerdo a cinco (PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra). Nos vamos a apoyar mutuamente y cuadraremos los Presupuestos, y eso requiere no apoyar ninguna enmienda de Navarra Suma, salvo alguna que podamos firmar por unanimidad.

¿Ni siquiera va a haber alguna enmienda in voce

-El acuerdo está cerrado.

¿Entonces votarán a favor de los Presupuestos o se abstendrán?

-Nos vamos a abstener.

¿Por qué no apoyan?

-Es una manera de que salgan adelante, pero de dejar claro que no son nuestros Presupuestos en la medida en la que les falta ambición.

¿Es un mensaje?

-No. Somos serios. Si planteamos una condición, la decimos alto y claro. Podrían ser más ambiciosos, pero los apoyamos.

¿Este acuerdo consolida una fórmula de gobierno de izquierdas para Navarra al margen de la derecha?

-Es un paso más. Ha quedado claro que no hay ninguna fórmula que posibilite una mayoría alternativa a la derecha que no pase por nosotros. Para nosotros es un objetivo estratégico fundamental que Navarra Suma tenga la menor incidencia posible en la gobernabilidad. Nosotros vamos en esa línea, en que haya una mayoría progresista para ponerse de acuerdo en esas políticas públicas. Estos Presupuestos son un paso más, y el tiempo dirá si el Gobierno sigue en esa posición. Pero nosotros tenemos clara cuál debe ser la dirección de esta legislatura.

¿Ven al Gobierno y a los grupos en esa línea?

-En estos momentos sí. Queda mucho por delante, pero espero que seamos capaces de que la legislatura siga en esta dirección y con más ambición todavía. La salida de la pandemia va a marcar la legislatura, y esa salida hay que plantearla de forma alternativa a la de la derecha.

¿La actitud de Navarra Suma ha cohesionado al bloque progresista?

-Los veo con una nostalgia del pasado que no pueden disimular. Los veo sin proyecto. Creo que están en vías de autoexcluirse de cualquier acuerdo que pueda ser bueno para la ciudadanía navarra. Se están radicalizando. Basta ver que se han salido del plan de Convivencia. Y sus mensajes tienen cada vez menos relevancia.

¿Cómo han vivido el veto?

-Como un espectáculo dantesco de cara a sus hooligans. La sociedad navarra no entiende esas posiciones absolutamente ideologizadas cuando no se corresponden con la realidad que vivimos desde hace muchos años. La ciudadanía nos exige otras cosas, menos mirarnos al ombligo y dar respuesta a estos retos.

Ustedes han llegado a acuerdos con el Gobierno, pero también han sido muy críticos con el Gobierno y su gestión de la pandemia.

-Hemos sido críticos cuando se ha hecho seguidismo del Estado. Ahora mismo las medidas restrictivas son necesarias. Creo que tenemos que seguir incidiendo en que no cabe el relajo. Lo mismo en las navidades: plantear que sean normales cuando no ha habido ni Sanfermines ni fiestas de los pueblos, es estar lejos de la realidad.

Precisamente, EH Bildu es noticia por haber cambiado de estrategia en el Estado.

-Hay un nuevo escenario y mantenemos el escepticismo. Pero es la primera vez que estamos ante un Gobierno de coalición con dos fuerzas políticas a la izquierda del PP. Es una ventana de oportunidad, tenemos que aprovecharla para ganar derechos para la ciudadanía, para intentar democratizar algunas estructuras, y desde un punto de vista soberanista, abrir una brecha en el régimen del 78, en los poderes fácticos. En base a esa lectura política vemos que esta legislatura se puede encaminar a planteamientos más democráticos y progresistas.

¿Posibilitar allí los Presupuestos del Estado beneficiará aquí?

-En el Estado lo que está en juego no son unos Presupuestos, es mucho más. Es hacia dónde se va a encaminar la legislatura. Si hacia la mayoría de la moción de censura o a otro tipo de mayorías con la derecha. Y hemos decidido implicarnos.

Los Presupuestos del Estado consignan dinero para el TAV en Navarra.

-Nadie se cree que EH Bildu apoye un proyecto como el TAV, las partidas para la Casa Real o el presupuesto de Defensa. Estamos en contra de esos bloques, pero lo que prevalece es la posición política de que en estos Presupuestos se está jugando una partida más global en términos políticos.

¿No es contradictorio?

-Hacer política conlleva asumir y hacer frente a las contradicciones que puedan surgir. Pero lo importante es tener claro qué camino quieres recorrer y cuáles son tus objetivos. Aprobar los Presupuestos con una mayoría que se asemeja a la de la moción de censura está por encima de otras cuestiones.

¿Hay que tener mirada larga?

-El cortoplacismo no es buen consejero.

¿Les ha costado trabajo explicarlo internamente?

-Si alguna cualidad tiene la base social de EH Bildu es la capacidad de mirada estratégica y a largo. Hicimos una consulta vinculante hace dos semanas, y salió adelante con el 91% de los apoyos. Nuestro mismo proyecto político es un proyecto estratégico que no se consigue de un día para otro.

Se ha hablado de que estos Presupuestos avanzaban en la república vasca, y aquí se ha aprovechado para volver a hablar del estatus político de Navarra.

-La derecha quiere agitar los mismos mantras del agostazo: que Navarra se vende y que va a desaparecer. Y creo, sinceramente, que ya nadie les cree. No es ninguna novedad: somos soberanistas e independentistas. Aspiramos a que Navarra pueda decidir. Y esa es la gran diferencia con Navarra Suma, que quiere sujetarnos sine die a un marco que nadie votó, como es la Ley del Amejoramiento. Si un día en Navarra tenemos la posibilidad de debatir, tenemos que poder hacerlo democráticamente. Tanto en qué tipo de relación tenemos que tener con el Estado, como con el resto de territorios vascos. Pero eso lo decidirá la ciudadanía, no EH Bildu. Nosotros lo que decimos es que tenemos un proyecto político para que Navarra sea parte de una república confederal vasca, donde tuviéramos particularidad y voz, no es una novedad. La diferencia con los constitucionalistas es que nosotros decimos que hay que hacerlo democráticamente. Nadie debe tener miedo a abordar este debate, esto tiene que ser democrático y el resultado va a ser democrático.

“Ha quedado claro que no hay ninguna fórmula alternativa a la derecha que no pase por nosotros”

“Si no ha habido ni fiestas en los pueblos ni Sanfermines, tampoco va a haber unas navidades normales”

“En el Estado, lo que está en juego es mucho más que unos Presupuestos. Y hemos decidido implicarnos”

“La derecha quería que el PSN volviera a someterse a sus políticas, y el Gobierno no ha caído en eso”

“Nos hemos puesto de acuerdo en unos mínimos, pero habrá que abordar debates más estructurales”

“El fiscal es un debate inaplazable: la merma de ingresos no se va a poder paliar solo con más deuda”