El Parlamento de Navarra ha rechazado la enmienda a la totalidad que Navarra Suma presentó contra las medidas fiscales del proyecto de Presupuestos para 2021.

PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, el bloque progresista, ha unido sus 30 votos para oponerse a la propuesta de la derecha, que nunca fue más que un nuevo órdago político desesperado que ha quedado en nada.

En esta ocasión, además, fruto del viraje de última hora de Javier Esparza, que tras semanas ofreciendo su abstención y asegurando que la música fiscal le sonaba bien, ha presentado una enmienda incomprensible que ha sido criticada con dureza por los grupos. Por lo inexplicable del movimiento tras semanas de promesas, pero también por la propuesta alternativa en sí, escasa y que supondría una bajada de recaudación de al menos 100 millones de euros (algunos cálculos la elevarían hasta los 350) en la peor crisis de ingresos en los últimos años.

En cualquier caso, los Presupuestos salvan un nuevo punto de partido y avanzan. La semana pasada se rechazó la enmienda a la totalidad de las Cuentas, y hoy la enmienda a la totalidad de las medidas fiscales, gracias a un bloque progresista bien cohesionado.

Eso significa que el trámite avanza según lo previsto y que los Presupuestos ya encaran el debate de las enmiendas parciales, que terminarán de ajustar las Cuentas con 10 millones pactados entre el bloque progresista.

Quizá porque la enmienda ya nacía muerta, María Jesús Valdemoros, portavoz económica de Navarra Suma, invirtió su turno en hacer una defensa general de su modelo, y no tanto de la enmienda. Habló de la necesidad de lo privado para mantener lo público, de padres del estado del Bienestar (citó a Lord Beveridge), de modelos alemanes. Se pareció más a una exposición teórica, como si estuviera en una de sus clases, que a una defensa política. En resumen, ha dicho: "Subir ahora los impuestos puede tener un efecto contractivo".

Si tiene razón o no solo lo dirá el tiempo y la situación económica. De momento, los grupos rechazan la enmienda. Ainhoa Unzu, portavoz socialista, señaló las contradicciones de haber mantenido una postura y la contraria en tan poco espacio de tiempo. "Lo de ustedes es ya el no por el no, están obedeciendo al señor Casado y la señora Ayuso. Navarra Suma pone a Ayuso como ejemplo de gestión fiscal", criticó, para preguntar a la derecha de dónde quiere retirar los al menos 100 millones de caída de recaudación.

Uno de los discursos más solventes ha sido el de Uxue Barkos (Geroa Bai), quien recordó una y otra vez que en materia fiscal Navarra Suma no puede dar ninguna lección. El último ejemplo, el informe de Comptos publicado por este periódico y que denuncia la sangría de los peajes en sombra, que lastrarán la economía de Navarra durante décadas. Tampoco admiten, dijo Barkos, lecciones en lucha contra el fraude fiscal, testimonial hasta que se produjo el cambio de Gobierno en 2015. "Sus recetas no funcionan y votaremos en contra", ha zanjado.

Adolfo Araiz (EH Bildu) ha citado a Brecht para contestar a Valdemoros. "César conquistó las Galias, ¿no llevó ni siquiera cocinero?", ha parafraseado para tratar de señalar una realidad: que el capital no es el único que genera riqueza, que ha sido uno de los pilares de la intervención de Valdemoros. Precisamente, sobre los beneficios fiscales de Sociedades y su impacto en las Cuentas públicas puso el foco Araiz, que vino a decir que no puede haber muchos más beneficios para las empresas con la situación actual. Y ha celebrado que, al menos, hasta la derecha asuma que su propuesta fiscal alternativa no tiene la enjundia suficiente.

Desde Podemos vino una de las posturas más críticas de cara a los propios socios. Mikel Buil (Podemos) ha dejado claro su rechazo, pero ha pegado un pequeño tirón de orejas al Gobierno con la necesidad de caminar hacia una mayor justicia fiscal y garantía propia de ingresos. Misma tesis que Marisa de Simón, de I-E, también bastante crítica con el Ejecutivo pese a que lo primero que anunció fue su rechazo a la enmienda de Navarra Suma. "El principio de proporcionalidad fiscal no se ve en este proyecto", ha apuntado De Simón. "Y si no cambiamos la tendencia, los servicios sociales serán inasumibles".