Con un mes de retraso y todas las cautelas sanitarias, el Parlamento Joven ya ha echado a andar. La pandemia retrasó el comienzo de la legislatura, la cuarta de este proyecto pionero "en el Estado y en Europa", y que quiere ser una ventana de participación directa de los jóvenes en la política.

El carácter no partidista del Parlamento Joven, la voluntad de encuentro entre diferentes en una generación más diversa y la vocación hacen que la Cámara junior mantenga el espíritu del debate parlamentario, de tratar de construir entre diferentes. Una enseñanza de la que, en ocasiones, podrían tomar nota los parlamentarios senior. "Somos una muestra de que se puede debatir de todo, desde todas las posiciones, sin crispación ni enfados", defiende Garat Gaztelu, presidente durante esta legislatura y quien acerca a este periódico los objetivos del Parlamento Joven para este año.

¿Cómo arranca el Parlamento Joven esta legislatura?

-Pues esta legislatura echa a andar con complicaciones. Con problemas marcados por la pandemia. Tenía un poco de miedo por la lejanía de lo telemático, porque tenía ganas de que nos viéramos, aunque fuera con una mascarilla. Y la verdad es que la primera sesión ha ido muy bien, ya con asuntos encima de la mesa.

¿Por ejemplo?

-Ya hemos hablado de los problemas relacionados con las casas de apuestas, el transporte interurbano, la vuelta a las aulas tras la pandemia o la hostelería, para lo que tenemos un grupo de trabajo. En el último pleno telemático decidimos crear también un grupo de trabajo sobre salud mental y jóvenes, que con el tema de la pandemia tiene una especial trascendencia. Pero los temas surgirán a lo largo de la legislatura, conforme los parlamentarios se vayan soltando. Nos gusta debatir de todos los temas, incluso aquellos que pueden provocar posiciones más encontradas.

¿Es importante que estas propuestas para los jóvenes vengan de los propios jóvenes?

-Hay una cosa que creo que ha funcionado bien con esta experiencia del Parlamento Joven, que es pionera en todo el Estado: que este no es un Parlamento partidista. Todos los que nos presentamos lo hacemos a título personal, al margen de que luego haya personas que militen en uno u otro sitio. Esto ha atraído a jóvenes a los que les interesa la política, pero no el sistema de partidos. Aquí puedes expresarte con libertad sin depender de un partido. Hace 30 años, muchos jóvenes se acercaban a partidos y sindicatos para militar. Hoy, por poner un ejemplo que la pandemia ha dejado casi viejo, miles de jóvenes se han unido en torno al Fridays for Future -el movimiento de Greta Thunberg contra el cambio climático- sin que hubiese ningún partido detrás. Esto demuestra que los jóvenes sí que tienen interés en la política, pero quizá no en formar parte de partidos políticos al uso como hasta ahora.

Da la sensación de que la política actual va en sentido contrario, ¿no? Los partidos cada vez son más rígidos y el margen para el juego parlamentario, menor.

-Más que pensar que hay que cambiar la política institucional, creo que lo que hay que hacer es escuchar más a los jóvenes en estos foros. Porque la presencia de jóvenes en el Parlamento de Navarra, en el Congreso de los Diputados, suele ser testimonial, y muchas veces como reclamo político más que como trabajo efectivo. Creo que está cambiando, y tiene que seguir cambiando. Porque a los jóvenes nos afectan los mismos problemas que al resto de la sociedad, pero somos un colectivo con problemas propios, como la brecha generacional en la vivienda, el empleo, la precariedad...

¿Os sentís escuchados?

-Sí. Todo lo que se eleva al Parlamento se está tratando. Y el presidente del Parlamento, Unai Hualde, se ha comprometido a seguir desarrollando el trabajo del Parlamento Joven. El problema es que llevamos cuatro años, y nos queda muchísimo por hacer.

¿Hay problemas que tienen los jóvenes que aquí no tienen reflejo?

-Creo que el tema de la precariedad laboral es urgentísimo, y veo que se están dando pasos. También en la vivienda, aunque con una cautela que quizá no es la que nosotros necesitamos. Y luego hay temas que para nosotros, en general, tienen urgencia, como las casas de apuestas, y las apuestas online.

¿Le da la sensación de que la forma de hacer política del Parlamento Joven luego no tiene continuidad en la política institucional?

-La única forma de hacer política no es desde los partidos políticos. Hay gente joven haciendo política de primer orden todos los días desde asociaciones, y esa es otra forma que a veces pasa desapercibida. Este es un parlamento sin partidismo y te permite expresar todo eso con libertad, a título personal.

¿Estas iniciativas, estilo Fridays for Future, con jóvenes reuniéndose al margen de los partidos, suponen una revolución en la forma de participar?

-No creo que sea una revolución social, porque se ha hecho toda la vida. Hace más de 25 años que el movimiento por la insumisión consiguió acabar con la mili, un deseo casi casi unívoco en la época. Toda la vida se han unido los jóvenes en barrios y pueblos en situaciones de crisis, y no me puedo olvidar del momento en el que nos encerraron a todos en la pandemia y surgieron iniciativas para hacer la compra a personas vulnerables. Eso es hacer política, y se ha hecho toda la vida. Ahora con las redes sociales hay otro altavoz, y parece que es más, pero toda la vida se ha militado y se han hecho cosas que, quizá sin saber que eran política, ayudaron a mejorar la sociedad.

¿Qué puede aportar el Parlamento Joven a la política navarra?

-Creo que el Parlamento Joven es una muestra de que se puede hablar de todo sin crispación ni enfados. Hay gente de todas las ideologías políticas, hemos hablado de todo. Por ejemplo, en el último pleno, hablamos de soberanías y derecho a decidir, que es un tema conflictivo, y cada uno, desde sus posicionamientos, fue capaz de llevar a cabo un debate totalmente respetuoso, de escucha activa. Y eso sí que creo que es interesante.

Teniendo en cuenta la crispación de muchos debates en el Parlamento... ¿deberían los parlamentarios senior aprender de los jóvenes?

-Bueno, no voy a decir que sí porque no lo sé. Pero veo que en los últimos años hay un proceso de crispación que es ciertamente peligroso, creo que cuestiones que eran consensuadas entre todos ahora están de nuevo en el debate.

¿Ve margen para reconducir las posiciones

-Yo siempre he tenido la sensación de que detrás de bambalinas, la relación entre los políticos es otra. Quizá ayudaría si lo que pasa detrás de las bambalinas se viera más en público. Que quedara claro que la política es un hecho muy concreto y que esa relación, a veces tensa, no es la que marca las relaciones entre las personas. Pero esto es una intuición personal.

¿Con qué se da por satisfecho el presidente del Parlamento Joven de cara a esta legislatura?

-Me conformo con que los parlamentarios traigan muchos temas, debatamos mucho y bien, y que de esos grupos de trabajo salgan aportaciones interesantes para la política pública. Pero, realmente, yo me doy por satisfecho si podemos cerrarla en junio presencialmente y de una manera más normal