Navarra Suma ha roto definitivamente el consenso político que existía en el Parlamento para sacar adelante medidas de alivio para combatir los estragos de la covid.

El grupo de la derecha ha sido el único que ha votado en contra del último decreto del Gobierno, que contenía medidas de alivio impositivo para pymes y autónomos que celebró la Confederación Empresarial Navarra (CEN). Lo ha hecho, además, con una de las versiones más duras de la parlamentaria María Jesús Valdemoros (Navarra Suma), que ha tildado el decreto de insuficiente y ha introducido en su discurso los principales mantras de oposición de su grupo, hasta ahora menos visibles cuando se hablaba del coronavirus pero ya con plena implantación en el discurso. Algo que se ha visto cuando Valdemoros ha insinuado a la presidenta María Chivite que estas medidas responden a los deseos de quienes quieren ver a Navarra dentro de una “república confederal vasca”.

Es la demostración definitiva de que Navarra Suma se desmarca de la unión de los grupos contra la covid que sí se vio durante la primera parte de la pandemia, y que el coronavirus ya ha pasado a ser una baza de oposición más para la derecha.

No obstante, el decreto sí que ha salido adelante, con el apoyo de PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E. Básicamente, tiene tres apartados: una prórroga de hasta siete meses para el pago de las autoliquidaciones de IRPF y Sociedades; una rebaja en los plazos para deducir pérdidas; y una serie de estímulos para que los propietarios de locales de comercio y hostelería rebajen las cuotas a los arrendatarios. En resumen, medidas a favor de que trabajadores y empresas dispongan más tiempo de más liquidez, lo que fue bien recibido por los sectores empresariales.

Por eso los argumentos de Valdemoros se escudaron en que el decreto es insuficiente. "Este decreto dice muchísimo más por lo que no trae que por lo que incorpora. La situación exige ahora mucho más. Con estas medidas no despejan la incertidumbre ni solución la situación de pymes y autónomos. No se engañen ni traten de engañarnos", ha afirmado, para pedir a la presidenta María Chivite que "no permita que sea una política y una agenda que busca la creación de la república confederal vasca con Navarra dentro la que dirija nuestra comunidad".

El portavoz del PSN, Ramón Alzórriz, ha afeado precisamente ese viraje en las posiciones de Navarra Suma. "Hace mucho tiempo que no nos sorprende la postura de Navarra Suma de estar en contra permanentemente del Gobierno en un momento tan delicado y comprometido para la sociedad navarra y vuelve a dejar a la ciudadanía tirada". "Empiezan el año como lo terminaron, alejados de la realidad de las necesidades de la ciudadanía", dijo, poco antes de considerar que "son políticos cobardes los que han decidido olvidarse de la ciudadanía cuando más lo necesitaba".

Por “coherencia” ha apoyado Geroa Bai el decreto, pero Uxue Barkos señaló la necesidad de explorar tres aspectos: la importancia de la gestión de los fondos europeos mediante la "cogobernanza" con el Gobierno del Estado; la necesidad de que se afronte la actualización de la aportación de Navarra; y una "mejor gestión de la crisis sanitaria" con menos incertidumbres en la vacunación, algo que afecta directamente a la economía.

Por parte de EH Bildu, Adolfo Araiz, vio necesarias las medidas, más teniendo en cuenta cómo se ha amortiguado la caída de la recaudación en 2020 (un 8%) con respecto a las previsiones que se hicieron en mayo (de hasta el 20%).

Mikel Buil, de Podemos, valoró que el decreto “viene a aliviar la situación del ámbito privado y mejora la liquidez de pymes y autónomos". No obstante, ha dicho que "no nos podemos conformar" con estas medidas y "hay que seguir trabajando en transformar el modelo productivo".

Por último, la portavoz de I-E, Marisa de Simón, ha apoyado el decreto ya que con las medidas previstas "se va a dar un respiro ayudando a autónomos y pymes a afrontar sus pagos y gastos”.