La victoria de Juan Espadas en las primarias andaluzas trasciende a la propia comunidad. Es una victoria de Sánchez, que recibe nuevamente y aunque sea de forma indirecta el aval de las bases del partido. Y es un resultado lo suficientemente claro para acallar las voces críticas que pudiera haber en el PSOE con la línea política actual. Con casi 20 puntos de diferencia, el futuro político de Susana Díaz queda tocado, posiblemente, hundido. Y los críticos con Pedro Sánchez, sin margen de actuación a corto plazo.

Pero estas primarias son también un triunfo de Santos Cerdán. El diputado navarro y coordinador territorial del PSOE, ya fue determinante para que Sánchez ganara las primarias de 2017, y para sacar adelante la moción de censura que en 2018 le llevó a La Moncloa. Y lo ha vuelto a ser ahora en el triunfo de Juan Espadas, cuya candidatura ha defendido como un giro imprescindible para recuperar el poder en Andalucía.

Cerdán, cuestionado por el fracaso de la moción de censura en Murcia, ha vuelto a demostrar que conoce bien el partido y entiende a sus militantes. Con el relevo en Sevilla sale reforzado internamente en vísperas del congreso que el PSOE celebrará en octubre en Valencia.

Y esa es una muy buena noticia para el PSN. Porque el exsecretario de Organización ha sido imprescindible para hacer posible el Gobierno de María Chivite. Los socialistas navarros difícilmente hubieran logrado el apoyo del PSOE a un Gobierno con Geroa Bai y Podemos sostenido con la abstención parlamentaria de EH Bildu sin su influencia discreta pero decidida en Ferraz. Ni tendrían hilo directo con el Gobierno central, por ejemplo, en la gestión de los fondos europeos

El resultado en Andalucía facilita así la continuidad la línea política de Pedro Sánchez, que da un vuelco a la tendencia abierta tras las elecciones de Madrid, avalado además por el pinchazo de la derecha en Colón. Sin crítica interna y con el conflicto catalán en vías de distensión, no habrá cambios significativos en la política de alianzas en España a corto plazo. Y eso significa tranquilidad para el PSN y margen de autonomía para el Gobierno de Navarra en la segunda mitad de la legislatura.