Como cada año desde hace treinta, la asociación memorialista Batalla de Noáin iba a conmemorar a finales de junio uno de los episodios más importantes de la historia de Navarra.

La batalla decisiva que libraron, el 30 de junio de 1521, los ejércitos castellanos del emperador Carlos I y la coalición franconavarra en el hoy paraje de Mendi, en Salinas de Pamplona. Fue la última gran oportunidad de impedir la anexión, pero la historia es conocida.

Este año, además, se cumplía el quinto centenario de la batalla. Pero la asociación tuvo que posponer los actos porque el mismo día, a la misma hora y en el mismo lugar, Vox decidió convocar un mitin con el objetivo de revisar el episodio a favor de la lectura en la que fundó España su estado moderno: Carlos I vino a pacificar Navarra, que se desangraba en una guerra civil, y de pasó frustró el intento francés de conquistar territorio.

Pasado ya el intento de Vox de llamar la atención, Batalla de Noáin ha organizado para el domingo varios actos en el monolito.

La jornada arrancará a las diez con la bienvenida y posterior subida al monolito, prevista para las 10.30h. A las 11.30h tendrá lugar la ofrenda floral y el pregón, que correrá a cargo de Joseba Asiron, y a las 12.00 horas tendrá lugar un almuerzo.

Es necesario inscribirse para el aperitivo en noaingomartxa@gmail.com para el aperitivo. En la jornada tomarán parte: Itxaro Borda, Joaldunak, Ezpelur Gaitariak, Fanfanxar Fanfarrea, Antsoaingo Txalapartariak y Mugarik gabeko Txistulariak.

"NAVARRA ESTABA EN LA LÍNEA DE SALIDA DE LOS ESTADOS MODERNOS"

¿Qué se ha hecho para la edición de este año?

-Aunque es el quinto centenario no nos hemos vuelto locos. Es muy difícil hacer una representación teatral, por ejemplo. Hemos ido cambiando la programación e incluso la localización, y el año pasado, por culpa de esta situación, nos juntamos apenas 60 personas, hicimos el pregón nosotros y tomamos un refresco. Ahora hemos organizado con algunas asociaciones de txistus y de danzas, pero en formato más reducido. La única novedad es que el pregón lo va a dar Joseba Asiron.

¿Qué supone esta efeméride en la historia de Navarra?

-La batalla de Noáin es un punto de inflexión en una conquista que había empezado mucho antes. Quizá tenga de particular que no hubo en toda la conquista una batalla a campo abierto tan grande. La invasión se produce en 1512 y en 1516 siguen los levantamientos, como el que termina con Pedro de Navarra capturado. En 1521 había un ambiente que puede resumirse en esa frase de Miguel de Añués: “Señor, apareced y hasta las piedras se levantarán en vuestro servicio”. Francia se decide a prestar apoyo, y hay dudas sobre las intenciones, porque se dice que ellos querían reconquistar el territorio perdido de antemano hasta Logroño. En cualquier caso, es un punto de inflexión y queremos hacer un homenaje a esos navarros que querían quitarse a los castellanos de encima, que defendieron la libertad y su sistema de vida.

Estas últimas semanas, con motivo del revisionismo histórico del episodio que ha querido hacer Vox, han lamentado que sigan las visiones interesadas.

-Son visiones falsas de toda falsedad. Utilizan la excusa de Fernando el Católico: que había que pacificar una guerra civil. Es mentira, porque Catalina de Foix y Albret ya tenían Navarra pacificada tras la salida beaumontesa cuando se produjo la conquista. Justo cuando Navarra estaba en la línea de salida para ser un estado moderno ejemplar, algo que sostienen historiadores como Álvaro Adot o Peio Monteano. Pero no nos extrañan estas lecturas, que son las mismas que ha hecho UPN cuando ha estado al mando. UPN no solo nos ha destruido económica y anímicamente, ha peleado también contra un elemento crucial de Navarra, como es su idioma, el euskera, que lo quieren como pieza de museo.

¿UPN, formación regionalista, también hace esa lectura de los hechos?

-Basta leer la carta que escribió el otro día Jaime Ignacio del Burgo. Carlos I pacificó Navarra como luego pacificó Roma, donde saqueó y destruyó todo lo que quiso.

Cuando ven a Vox en el monolito de Ulibarrena haciendo esa revisión histórica, ¿qué sienten?

-Vox repite el relato con el que España construyó su estado moderno, ni más ni menos. Es ese relato de la historia épica, del Cid Campeador, un relato para aglutinar y cohesionar en torno a su proyecto, que es de tradición imperialista y lo sigue siendo. A ese relato se le da mucho bombo en los medios y tiene el apoyo de los poderes fácticos, y así se le come la cabeza a la gente que no tiene espíritu crítico.

¿Les ha dado pena ver esta polémica?

-Es una lástima, porque aquí se ve cómo salen a flote las mentes paupérrimas que no tienen espíritu de análisis. Nosotros nos esforzamos para dar a conocer el relato histórico, la versión más próxima a la realidad. Se nos reprocha que hacemos la lectura del nacionalismo, pero nosotros sentimos nuestra nación y a diferencia de la de ellos, nosotros no la imponemos. Pongamos el ejemplo del euskera, ¿qué ha pasado con él? Un genocidio cultural, como dice Xabier Irujo. Es lo que han hecho todos los imperios, y este también. Te esquilman, te imponen su legalidad y luego prohiben tu cultura. El PSOE está por ese juego todavía hoy. Y de alguna manera, lo único que nosotros celebramos es que, aunque nos hayan machacado durante 500 años, seguimos en pie